De medios y otros demonios
25 años de Televisión Mexiquense
J. Israel Martínez Macedo
Televisión Mexiquense cumplió su vigésimo quinto aniversario este sábado 26 de septiembre. El festejo tuvo que esperar debido a que la directora general, Carolina Monroy del Mazo fue nombrada, el jueves, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Bajo el argumento de que la agenda del gobernador, Enrique Peña Nieto, estaba saturada, todo el trabajo de planeación y realización deberá esperar a que se haga el nombramiento de un titular que encabece la ceremonia y reciba al Ejecutivo estatal en el evento.
Como único acto de conmemoración se realizó un desangelado partido de futbol entre personal de la televisora y Televisa que se programó en la transmisión matutina del mismo sábado.
Televisión Mexiquense fue creada como un órgano desconcentrado el 10 julio de 1984, pero apareció en el espectro radioeléctrico local hasta septiembre con tres canales: 7 de Metepec, 12 en Tejupilco y canal 4 de Atlacomulco.
Tanto la televisora como la radiodifusora se mantuvieron independientes hasta 1998, cuando se constituye mediante decreto el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, como un órgano sectorizado a entonces la Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social; aunque ambos espacios mantuvieron, en cierta forma, autonomía de decisión a través del nombramiento de directores para cada uno de ellos.
En 1999, la Televisión Mexiquense amplió su cobertura a la Zona Oriente de la entidad y el Distrito Federal a través de la antena ubicada en Coacalco por el canal 34; en este año se deroga la sectorización a la Secretaría de Educación para depender directamente del gobierno del estado.
En el siglo XXI la televisora estatal comenzó su camino hacia la digitalización, transmitiéndose por Cablevisión en el canal 134, sumándose a la oferta comercial de Sky en el canal 146 y llegando, a través del satélite Solidaridad II, a toda la República Mexicana.
El de 2004 fue el año de la internacionalización. Siendo director del Sistema Luis Ernesto Pi Orozco, la señal satelital migró a SATMEX V con lo que amplió la cobertura a Estados Unidos, Centroamérica, parte de Sudamérica y el sur de Canadá; a la mitad del año logró subir su señal a internet.
Los dos años siguientes conforman una de las etapas más grises de la televisora. Bajo la batuta de Antonio Garfias Antolín (quién ya la había dirigido previamente) perdió calidad, originalidad y personalidad llegando al extremo de no dar mantenimiento al equipo, lo que auguraba un oscuro futuro.
Sin embargo, en 2007, ya bajo la dirección de Carolina Monroy, la televisora estatal recupera no sólo el equipo sino el estilo. Renueva su imagen corporativa y le apuesta a las producciones propias (que no del todo locales) retomando los espacios perdidos e incluso ganando premios por su barra programática.
La breve reseña no sólo es una historia de nacimiento, crecimiento, decadencia y resurgimiento; es también ejemplo de que con voluntad, creatividad y empuje también se puede hacer buena televisión.
El festejo, pero sobre todo su nuevo director, deberá estar a la altura de un medio que, con altas y bajas, lucha por ofrecer calidad demostrando que la cultura no está peleada con el entretenimiento. Enhorabuena a quienes han hecho y hacen la televisión mexiquense.
israel.martinez@milenio.com
lunes, 28 de septiembre de 2009
lunes, 21 de septiembre de 2009
América pugna por la libre expresión / Columna
De medios y otros demonios
América pugna por la libre expresión
J. Israel Martínez Macedo
Este viernes se llevó a cabo en Caracas, Venezuela, la reunión de emergencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el objetivo: analizar la situación de la libertad de expresión y el periodismo en aquel país como un fenómeno que se replica en América latina: el control de los medios por parte del estado como una forma de responder a las críticas.
El punto sobre la “i” lo puso Ricardo Pedreira, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Diarios de Brasil, quien señaló que en ese país la censura se ejerce por la vía judicial; por ejemplo: ahora es delito publicar algún caso de corrupción en los medios.
El presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), Luis Pardo Sainz denunció que las medidas que pretende implementar Rafael Correa en Ecuador son una copia del modelo de acciones que ha realizado Hugo Chávez en Venezuela.
El fenómeno no es exclusivo de estos países, el Congreso de Argentina -de mayoría oficialista- aprobó el jueves la Ley de Medios Audiovisuales que impide que los canales de televisión abierta y los privados puedan estar en manos de una misma empresa además de reducir de 24 a 10 el número de licencias de radio y televisión que se pueden obtener.
Los analistas aseguran que la medida tiene dos objetivos: pulverizar al grupo Clarín que ha hecho públicos varios casos de corrupción que compromete a personajes vinculados al matrimonio Kirchner-Fernández y la creación de un monopolio mediático afín a sus ideas.
Aunque así pareciera, no son problemas exclusivos de Latinoamérica. En Italia se libra una batalla entre el primer ministro Silvio Berlusconi y los medios que no son de su propiedad y recientemente, con el magnate dueño de News Corporation, Ruphert Murdoch.
Son multiconocidos los casos de censura en países de Medio Oriente y Asia, en donde la prisión o la prohibición de ventas es castigo seguro para quien publica información en contra de sus sistemas, incluso en los blogs.
“La información es poder” reza el dicho, el poder de actuar según sus propios criterios. Quien está informado sabe cuando los políticos y funcionarios le mienten o tratan de engañarle, cuando actúan de forma incorrecta o buscan beneficiarse de su cargo.
La conclusión de la reunión de la SIP en Venezuela es clara y contundente: la lucha por la libertad de expresión no es exclusiva de los medios, todos los ciudadanos deben involucrarse porque, a final de cuentas, se trata de la lucha por el derecho a ser escuchado.
PANDEMONIUM
Esta semana dos mensajes llaman la atención, el primero fue dejado en el blog, refiere que “en el Instituto Tecnológico de Toluca hay siete casos, hasta el día de hoy (jueves), de influenza pero la dirección no ha tomado medidas preventivas para que no siga expandiéndose el virus, todos los trabajadores y alumnado estamos muy preocupados”.
El segundo llegó por correo electrónico, José Luis Santana denuncia que “existe un programa de gobierno para dar despensas a los adultos mayores en el Estado de México pero desde junio pasado, que les dieron su última despensa, no les avisaron cuándo les volverían a dar y los pobres adultos mayores dan hasta tres vueltas a la dirección donde recogían su despensa gastando en transporte y sólo hay un cartel pegado en el local que dice: ‘en los próximos días entregamos las despensas’ pero los traen así desde junio hasta la fecha, no sé quién sea el encargado de esto pero me parece una falta de respeto hacia nuestros adultos mayores”.
Esperemos que las autoridades correspondientes se enteren de las quejas y sean capaces de, por lo menos, explicar qué pasa.
israel.martinez@milenio.com
América pugna por la libre expresión
J. Israel Martínez Macedo
Este viernes se llevó a cabo en Caracas, Venezuela, la reunión de emergencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el objetivo: analizar la situación de la libertad de expresión y el periodismo en aquel país como un fenómeno que se replica en América latina: el control de los medios por parte del estado como una forma de responder a las críticas.
El punto sobre la “i” lo puso Ricardo Pedreira, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Diarios de Brasil, quien señaló que en ese país la censura se ejerce por la vía judicial; por ejemplo: ahora es delito publicar algún caso de corrupción en los medios.
El presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), Luis Pardo Sainz denunció que las medidas que pretende implementar Rafael Correa en Ecuador son una copia del modelo de acciones que ha realizado Hugo Chávez en Venezuela.
El fenómeno no es exclusivo de estos países, el Congreso de Argentina -de mayoría oficialista- aprobó el jueves la Ley de Medios Audiovisuales que impide que los canales de televisión abierta y los privados puedan estar en manos de una misma empresa además de reducir de 24 a 10 el número de licencias de radio y televisión que se pueden obtener.
Los analistas aseguran que la medida tiene dos objetivos: pulverizar al grupo Clarín que ha hecho públicos varios casos de corrupción que compromete a personajes vinculados al matrimonio Kirchner-Fernández y la creación de un monopolio mediático afín a sus ideas.
Aunque así pareciera, no son problemas exclusivos de Latinoamérica. En Italia se libra una batalla entre el primer ministro Silvio Berlusconi y los medios que no son de su propiedad y recientemente, con el magnate dueño de News Corporation, Ruphert Murdoch.
Son multiconocidos los casos de censura en países de Medio Oriente y Asia, en donde la prisión o la prohibición de ventas es castigo seguro para quien publica información en contra de sus sistemas, incluso en los blogs.
“La información es poder” reza el dicho, el poder de actuar según sus propios criterios. Quien está informado sabe cuando los políticos y funcionarios le mienten o tratan de engañarle, cuando actúan de forma incorrecta o buscan beneficiarse de su cargo.
La conclusión de la reunión de la SIP en Venezuela es clara y contundente: la lucha por la libertad de expresión no es exclusiva de los medios, todos los ciudadanos deben involucrarse porque, a final de cuentas, se trata de la lucha por el derecho a ser escuchado.
PANDEMONIUM
Esta semana dos mensajes llaman la atención, el primero fue dejado en el blog, refiere que “en el Instituto Tecnológico de Toluca hay siete casos, hasta el día de hoy (jueves), de influenza pero la dirección no ha tomado medidas preventivas para que no siga expandiéndose el virus, todos los trabajadores y alumnado estamos muy preocupados”.
El segundo llegó por correo electrónico, José Luis Santana denuncia que “existe un programa de gobierno para dar despensas a los adultos mayores en el Estado de México pero desde junio pasado, que les dieron su última despensa, no les avisaron cuándo les volverían a dar y los pobres adultos mayores dan hasta tres vueltas a la dirección donde recogían su despensa gastando en transporte y sólo hay un cartel pegado en el local que dice: ‘en los próximos días entregamos las despensas’ pero los traen así desde junio hasta la fecha, no sé quién sea el encargado de esto pero me parece una falta de respeto hacia nuestros adultos mayores”.
Esperemos que las autoridades correspondientes se enteren de las quejas y sean capaces de, por lo menos, explicar qué pasa.
israel.martinez@milenio.com
lunes, 14 de septiembre de 2009
Lo que la lluvia nos dejó / Columna
De medios y otros demonios
Lo que la lluvia nos dejó
J. Israel Martínez Macedo
Las intensas lluvias que se vivieron en el Estado de México hicieron estragos en la forma de vida de muchas personas. Lerma, Ocoyoacac, Toluca, Metepec, San Mateo Atenco, Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán, Valle de Chalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl, fueron algunos de los municipios desde los que llegaron reportes de inundaciones o, como les ha dado por llamarlos ahora, “encharcamientos” y que, se les llame como se les llame, afectaron la vida de miles de personas.
Uno y sólo uno de esos lugares fue Valle Dorado, una colonia de nivel socioeconómico alto en la que una fractura del emisor poniente causó la inundación de varias casas y destrucción de algunas bardas; según los vecinos, habían denunciado esa falla en la estructura del emisor desde dos años atrás pero nunca les hicieron caso -cosa poco creíble porque eso no pasa en este país, já-.
Las autoridades, tanto estatales como federales acudieron de inmediato al lugar de los hechos, el gobernador Enrique Peña Nieto y el presidente Felipe Calderón Hinojosa hicieron acto de presencia, recibieron los reclamos de los enardecidos vecinos y ofrecieron garantías de que se resarciría el daño: no les creyeron.
Los secretarios del gabinete del gobierno estatal hicieron lo propio, algunos pernoctaron en un conocido hotel de cinco estrellas durante los días que estuvieron ahí, todo para que los habitantes de Valle Dorado se sintieran bien atendidos.
Las hordas de médicos del ISEM que acudieron a Valle Dorado apenas dejaron sentir presencia con una o dos cuadrillas en el resto de los lugares. Los mil ministerios públicos que acudieron a tomar las denuncias de hechos a domicilio en aquella colonia de Tlalnepantla ni siquiera voltearon a ver lo que ocurría en otras demarcaciones.
Mientras los niños de Valle Dorado recibían atención psicológica para “superar el trauma” los de San Mateo Atenco o Lerma o Metepec u Ocoyoacac o Ecatepec o cualquier otra parte de la entidad debían ayudar a sus padres a sacar el agua de la casa o, en el mejor de los casos, colocar costales de arena para no amanecer flotando.
No es un asunto de si “los ricos también lloran” o de si se merecen o no el apoyo gubernamental, como sea son habitantes del estado y como tal debe apoyárseles, por ese lado la cosa está muy bien, lo cuestionable es el trato y atención que reciben, después de todo damnificados son todos por igual, con o sin dinero.
El agua sacó a flote una actitud reprobable del gobierno estatal. En Metepec el municipio entregó cobijas, en Valle Dorado microondas y refrigeradores; en San Mateo Atenco apenas un par de camiones limpiaron las calles, en Tlalnepantla una flotilla se encargó de la labor; en Atizapán el palacio municipal y un hospital aún no pueden abrir porque no han recibido el apoyo para hacerlo.
El apoyo diferenciado fue ampliamente visible. Para unos arroz y frijoles; para otros, monederos electrónicos con 30 mil pesos para que renueven sus electrodomésticos. ¿Cómo va a repercutir en la imagen de un gobernador que ha comenzado a caer de la gracia de muchas personas, principalmente jóvenes que observan de manera muy crítica sus acciones? El tiempo lo dirá.
israel.martinez@milenio.com
Lo que la lluvia nos dejó
J. Israel Martínez Macedo
Las intensas lluvias que se vivieron en el Estado de México hicieron estragos en la forma de vida de muchas personas. Lerma, Ocoyoacac, Toluca, Metepec, San Mateo Atenco, Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán, Valle de Chalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl, fueron algunos de los municipios desde los que llegaron reportes de inundaciones o, como les ha dado por llamarlos ahora, “encharcamientos” y que, se les llame como se les llame, afectaron la vida de miles de personas.
Uno y sólo uno de esos lugares fue Valle Dorado, una colonia de nivel socioeconómico alto en la que una fractura del emisor poniente causó la inundación de varias casas y destrucción de algunas bardas; según los vecinos, habían denunciado esa falla en la estructura del emisor desde dos años atrás pero nunca les hicieron caso -cosa poco creíble porque eso no pasa en este país, já-.
Las autoridades, tanto estatales como federales acudieron de inmediato al lugar de los hechos, el gobernador Enrique Peña Nieto y el presidente Felipe Calderón Hinojosa hicieron acto de presencia, recibieron los reclamos de los enardecidos vecinos y ofrecieron garantías de que se resarciría el daño: no les creyeron.
Los secretarios del gabinete del gobierno estatal hicieron lo propio, algunos pernoctaron en un conocido hotel de cinco estrellas durante los días que estuvieron ahí, todo para que los habitantes de Valle Dorado se sintieran bien atendidos.
Las hordas de médicos del ISEM que acudieron a Valle Dorado apenas dejaron sentir presencia con una o dos cuadrillas en el resto de los lugares. Los mil ministerios públicos que acudieron a tomar las denuncias de hechos a domicilio en aquella colonia de Tlalnepantla ni siquiera voltearon a ver lo que ocurría en otras demarcaciones.
Mientras los niños de Valle Dorado recibían atención psicológica para “superar el trauma” los de San Mateo Atenco o Lerma o Metepec u Ocoyoacac o Ecatepec o cualquier otra parte de la entidad debían ayudar a sus padres a sacar el agua de la casa o, en el mejor de los casos, colocar costales de arena para no amanecer flotando.
No es un asunto de si “los ricos también lloran” o de si se merecen o no el apoyo gubernamental, como sea son habitantes del estado y como tal debe apoyárseles, por ese lado la cosa está muy bien, lo cuestionable es el trato y atención que reciben, después de todo damnificados son todos por igual, con o sin dinero.
El agua sacó a flote una actitud reprobable del gobierno estatal. En Metepec el municipio entregó cobijas, en Valle Dorado microondas y refrigeradores; en San Mateo Atenco apenas un par de camiones limpiaron las calles, en Tlalnepantla una flotilla se encargó de la labor; en Atizapán el palacio municipal y un hospital aún no pueden abrir porque no han recibido el apoyo para hacerlo.
El apoyo diferenciado fue ampliamente visible. Para unos arroz y frijoles; para otros, monederos electrónicos con 30 mil pesos para que renueven sus electrodomésticos. ¿Cómo va a repercutir en la imagen de un gobernador que ha comenzado a caer de la gracia de muchas personas, principalmente jóvenes que observan de manera muy crítica sus acciones? El tiempo lo dirá.
israel.martinez@milenio.com
domingo, 6 de septiembre de 2009
El día del “gober”: ¿volver al futuro? / Columna
De medios y otros demonios
El día del “gober”: ¿volver al futuro?
J. Israel Martínez Macedo
¡Qué tiempos aquellos! Esos días en los que para poder ser alguien en política era indispensable ser priista. Cuando el mandatario en turno era el cacique del pueblo y “ay de aquel” que osara contradecirle o si quiera pensar diferente de lo que él quería. Cuando para ser buen administrador público no era necesario ser creativo o resolver problemas sino adivinarle los deseos al “jefe”.
Este sábado 5 de septiembre pudimos ser testigos de un viaje en el tiempo. Poniendo a prueba las leyes de la física cuántica Toluca se trasladó al pasado, a esas épocas donde los dinosaurios dominaban la tierra y caminaban impunemente por las calles.
Justo cuando el país está metido en una dinámica que busca terminar con los informes que servían de pretexto para rendirle pleitesía al “Tlatoani del barrio”, el Estado de México salta para atrás y aplica “El día del gobernador”.
Durante el evento se pudo observar qué lejos quedó aquel Enrique Peña que anunciaba días antes de su primer informe el regreso del Ejecutivo a la Legislatura para, para rendir cuentas a los representantes de los mexiquenses.
No, el gobernador ya no se atora al leer, ya no se ve nervioso ni mucho menos preocupado por las reacciones del público que, sabe, son invitados “a modo”. Darse el lujo de acudir al Legislativo para chacotear con el secretario de Gobernación en vez de escuchar lo que los nuevos diputados tengan qué decir es parte del espectáculo.
El Teatro Morelos, convertido en un set más de Televisa, sirvió de marco para que el Peña Nieto tuviera su momento mágico. El DeLorean volador nos transportó a los días en que no importaba lo que el mandatario en turno dijera sino qué tan fuerte se le aplaudía, a los días en que Gustavo Díaz Ordaz era celebrado tras responsabilizarse de los hechos de 1968 o aquellos en que se aclamaba un José López Portillo que lloraba a lágrima viva por la crisis en que dejaba sumido al país.
Afuera, “los de a pie”, estaban muy lejos. A ellos, sumidos en su presente de insuperable marginación, violenta criminalidad y desesperante pobreza; sin acceso a una maquinaria que los traslade al pasado; lo que realmente les preocupaba era que la selección no fuera a perder contra Costa Rica, que sacara un empate y con algo de suerte un aguerrido triunfo. Los únicos tricolores de los que se hablaba, los que realmente interesaban eran: Cuauhtémoc Blanco, Giovanni Dos Santos, Andrés Guardado y, en Toluca, Néstor Calderón.
En el mundo virtual los avances sobre el informe mexiquense iban escoltados de una gran cantidad de comentarios adversos al mandatario. La imagen comienza a verse desgastada. Los jóvenes demuestran el malestar a su modo, desde comparaciones con caricaturas hasta insultos, muestras claras de que ese sector no está ganado del todo.
El túnel del tiempo priista alcanzó una vista del futuro. Con el gobernador como su candidato natural no es lejano pensar que vimos -y veremos en los próximos dos años- muestras de lo que podría ser San Lázaro y Palacio Nacional después de 2012. Jesús Reyes Heroles diría en su tiempo “En política la forma es fondo” y la forma del informe nos dejó ver un fondo preocupante: el eterno retorno a la vieja tradición política. Nuevas caras, viejas costumbres.
Resta mucho camino por recorrer. Si bien en el ambiente político-mediático se vio un Enrique Peña Nieto muy sólido, socialmente se empiezan a observar mellas en la imagen, escoyos que, de crecer, podrían ser muy costosos a largo plazo, digamos sólo por decir: en tres años.
israel.martinez@milenio.com
El día del “gober”: ¿volver al futuro?
J. Israel Martínez Macedo
¡Qué tiempos aquellos! Esos días en los que para poder ser alguien en política era indispensable ser priista. Cuando el mandatario en turno era el cacique del pueblo y “ay de aquel” que osara contradecirle o si quiera pensar diferente de lo que él quería. Cuando para ser buen administrador público no era necesario ser creativo o resolver problemas sino adivinarle los deseos al “jefe”.
Este sábado 5 de septiembre pudimos ser testigos de un viaje en el tiempo. Poniendo a prueba las leyes de la física cuántica Toluca se trasladó al pasado, a esas épocas donde los dinosaurios dominaban la tierra y caminaban impunemente por las calles.
Justo cuando el país está metido en una dinámica que busca terminar con los informes que servían de pretexto para rendirle pleitesía al “Tlatoani del barrio”, el Estado de México salta para atrás y aplica “El día del gobernador”.
Durante el evento se pudo observar qué lejos quedó aquel Enrique Peña que anunciaba días antes de su primer informe el regreso del Ejecutivo a la Legislatura para, para rendir cuentas a los representantes de los mexiquenses.
No, el gobernador ya no se atora al leer, ya no se ve nervioso ni mucho menos preocupado por las reacciones del público que, sabe, son invitados “a modo”. Darse el lujo de acudir al Legislativo para chacotear con el secretario de Gobernación en vez de escuchar lo que los nuevos diputados tengan qué decir es parte del espectáculo.
El Teatro Morelos, convertido en un set más de Televisa, sirvió de marco para que el Peña Nieto tuviera su momento mágico. El DeLorean volador nos transportó a los días en que no importaba lo que el mandatario en turno dijera sino qué tan fuerte se le aplaudía, a los días en que Gustavo Díaz Ordaz era celebrado tras responsabilizarse de los hechos de 1968 o aquellos en que se aclamaba un José López Portillo que lloraba a lágrima viva por la crisis en que dejaba sumido al país.
Afuera, “los de a pie”, estaban muy lejos. A ellos, sumidos en su presente de insuperable marginación, violenta criminalidad y desesperante pobreza; sin acceso a una maquinaria que los traslade al pasado; lo que realmente les preocupaba era que la selección no fuera a perder contra Costa Rica, que sacara un empate y con algo de suerte un aguerrido triunfo. Los únicos tricolores de los que se hablaba, los que realmente interesaban eran: Cuauhtémoc Blanco, Giovanni Dos Santos, Andrés Guardado y, en Toluca, Néstor Calderón.
En el mundo virtual los avances sobre el informe mexiquense iban escoltados de una gran cantidad de comentarios adversos al mandatario. La imagen comienza a verse desgastada. Los jóvenes demuestran el malestar a su modo, desde comparaciones con caricaturas hasta insultos, muestras claras de que ese sector no está ganado del todo.
El túnel del tiempo priista alcanzó una vista del futuro. Con el gobernador como su candidato natural no es lejano pensar que vimos -y veremos en los próximos dos años- muestras de lo que podría ser San Lázaro y Palacio Nacional después de 2012. Jesús Reyes Heroles diría en su tiempo “En política la forma es fondo” y la forma del informe nos dejó ver un fondo preocupante: el eterno retorno a la vieja tradición política. Nuevas caras, viejas costumbres.
Resta mucho camino por recorrer. Si bien en el ambiente político-mediático se vio un Enrique Peña Nieto muy sólido, socialmente se empiezan a observar mellas en la imagen, escoyos que, de crecer, podrían ser muy costosos a largo plazo, digamos sólo por decir: en tres años.
israel.martinez@milenio.com
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