"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

Gabriel García Márquez

Twitter

lunes, 29 de diciembre de 2014

Los medios y su manejo / Columna

De medios y otros demonios

Los medios y su manejo

J. Israel Martínez Macedo

Dos hechos de 2014, aislados uno del otro, sirven de buen ejemplo para entender la relevancia de la gestión de la comunicación en la sociedad: El manejo mediático de las autodefensas al inicio de año y el de Presidencia con la crisis de los 43 desparecidos de Ayotzinapa.
Cuando hablamos de autodefensas ineludiblemente la mente nos remite a Michoacán y todo el ambiente que se vive en esa región del país, que si bien no difiere de lo que pasa en el resto del territorio nacional, destaca porque la población se cansó de los abusos de la delincuencia y se organizó para plantarle cara.
Guerrero se sumó a los anuncios de grupos armados que se declararon enemigos de la delincuencia. La diferencia con los michoacanos es básicamente que los guerrerenses no pudieron subirse a los medios, se mantuvieron en el bajo perfil y quedaron fuera de la opinión pública.
Las autodefensas michoacanas se proyectaron en los medios y a través de ellos lograron la legitimidad de su movimiento, denunciaron la colusión de los distintos niveles de gobierno con la delincuencia y posicionaron su discurso sobre la ausencia de poder.
En respuesta el gobierno envió a Alfredo Castillo quien logró la renuncia del gobernador y su gabinete, la incorporación de las autodefensas a mecanismos formales (policías comunitarias) y la detención de un par de cabecillas de Los Caballeros Templarios; aunque Servando Gómez "La Tuta" se le escurrió de entre los dedos.
Meses después miembros de la delincuencia organizada que infiltraron la poli la municipal de Ayotzinapa dispararon contra estudiantes que habían robado, previamente, un par de autobuses en Iguala.
La situación escaló de nivel, la reciente revelación en la que se denunció que una supuesta balacera en Tlatlaya, Estado de México, donde un grupo de militares habría abatido a miembros de la delincuencia organizada resultó ser un fusilamiento alcanzó el interés internacional.
Pese a ello, nadie en el gobierno federal fue consciente de que el mundo había volteado la mirada a México, se hizo exceso de confianza y ese fue el primer error de una gran serie de errores que tiene el país sumido en una imagen de alerta y angustia que ni responsables ni asesores han podido revertir.
En ambos casos podemos observar ejemplos de cómo el manejo de los medios termina por abonar a una causa o destruir una imagen, por posicionar una idea o despedazar reputaciones.
Las autodefensas, sin saberlo, tuvieron una estrategia eficiente porque, en su inocencia, enviaron mensajes repletos de verdad y congruentes con sus acciones mientras que el gobierno, a pesar de que debería saberlo, cometió el error de informar medias verdades y no tener congruencia en el discurso. Punto para los principiantes.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

lunes, 22 de diciembre de 2014

Experiencias de 2014 / Columna

De medios y otros demonios

Experiencias de 2014

J. Israel Martínez Macedo

Para tranquilidad de muchos y respiro de otros llegan las dos últimas semanas de 2014, un año de altibajos que comenzó con buenas y prometedoras expectativas pero que terminó con un panorama de miedo que solo augura preocupaciones para 2015.
En el ámbito de la comunicación el tema se centró en las telecomunicaciones. Los debates giraban en torno a la posibilidad de una tercer cadena de televisión como esquema necesario para intentar romper con el duopolio mediático, que a su vez (y en teoría) implica ampliar la oferta informativa nacional y observar una perspectiva distinta de las cosas.
En los hechos, y según se pudo ver a lo largo del año, la realidad será diferente. Los grupos y personajes que anuncian participar de la licitación son totalmente cercanos a los círculos del poder y en nada garantizan apertura informativa sino, por el contrario; anuncian una tercer opción plegada y sumisa.
Al mismo tiempo que estos alineados participantes esperan saber quién será el agraciado beneficiario de un extraordinario negocio de medios; otro al que se le ha negado ese derecho decidió aprovechar los vacíos legales para abrir la oferta con excelentes resultados.
Carlos Slim se lanzó a la caza de internet y de esquemas alternativos de transmisión, su canal de noticias Uno Tv gana terreno en el ciberespacio, posicionándose como opción real en el panorama informativo.
La participación de Slim en dicho sector coincide con la pérdida de credibilidad de varios medios digitales que en la búsqueda de facilitar las actividades comerciales cedieron su autonomía informativa.
Mención especial merece lo ocurrido en el espacio del espectáculo deportivo. Por primera vez en la historia de la televisión se rompió con el duopolio y se pudo transmitir una final completa (los dos partidos que la involucran) lejos de las pantallas de Televisa o Tv Azteca.
Se demostró que no es necesario esperar a la autorización de nadie para romper con el duopolio en tanto se opere con audacia y confianza en los resultados que se presentan.
La experiencia de Slim puede ser benéfica para los empresarios de los medios si estos son capaces de entender que los objetivos a largo plazo requieren paciencia para su consolidación; los golpes de timón terminan por llevar la nave a ningún lugar y dejarla varada en el océano de la información.
Sin duda, el primer semestre de 2014 arroja una lección para todos en los medios que muy pocos han sabido leer. Hoy más que nunca, y cada vez más, el negocio se resume en tres cosas: contenidos de calidad, contenidos de calidad y contenidos de calidad. Ahí está el futuro.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

lunes, 15 de diciembre de 2014

Noticias que no lo son / Columna

De medios y otros demonios

Noticias que no lo son

J. Israel Martínez Macedo

Un fenómeno muy interesante ocurre “en nuestras narices” de una forma tan natural que hace que casi no lo notemos: Cada vez es más común que la gente se informe sobre lo que pasa a su alrededor a través de sus redes sociales y cada vez menos mediante la búsqueda de páginas web o medios tradicionales (prensa, radio o televisión).
La trascendencia de este hecho no es menor. En realidad, se vuelve complejo comprender la relevancia de esta situación dado que implica varios factores como la percepción individual y su impacto en lo social, la falsa idea de estar informado, la credibilidad de los medios y el impacto que tiene todo esto en la vida cotidiana.
La razón de elegir esta manera de informarnos es más simple de explicar: se trata de la forma más fácil de hacernos de información que presumimos confiable a partir de la fuente que la pueda estar emitiendo.
Equiparando con la vida fuera de internet, es como si hubiera una persona que nos está llevando las noticias que podrían sernos más interesantes hasta la puerta de nuestras casas y sin necesidad de comprar todo el periódico o escuchar el programa completo de radio o televisión.
Esa comodidad tiene un costo: la veracidad.
Las redes sociales comenzaron a llenarse de páginas que suplantan nombres de medios reconocidos como CNN o El Universal. Un fenómeno distinto al de la página de bromas “El Deforma” que si bien en su origen confundió a más de un medio con información de entretenimiento en formato periodístico, hoy es claramente identificada como tal.
Las páginas que suplantan identidad crean noticias que parecen ser reales, las construyen con cierto nivel de verosimilitud pero con ideas totalmente falsas, sacadas de la imaginación de sus autores.
El resultado es un alto grado de información que suele confundir a los usuarios de las redes que, en la dinámica de la rapidez, no verifican los datos sino que los consumen tal cual los reciben juzgando su confiabilidad a partir de que la fuente es similar a lo que conocen.
El nivel de desinformación que estos medios pueden generar es aún desconocido; no obstante, es innegable que construyen una percepción tergiversada de los hechos que se convierte, al menos de forma momentánea, en lo que la gente entiende como real.
En ese entorno, se pierde la confianza en lo que se encuentra en las redes (convertidas, prácticamente, en el único medio para estar informado) y se genera un desgano respecto a lo que pasa en la sociedad dejando a merced de quien sea la construcción de una opinión pública.
La pregunta obligada es: ¿quién puede estar interesado en que esta situación ocurra? La respuesta es más complicada pero básicamente cualquiera que esté interesado en influir en ella, es decir, cualquiera.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

lunes, 8 de diciembre de 2014

Y la crisis sigue / Columna

De medios y otros demonios

Y la crisis sigue

J. Israel Martínez Macedo

Llegamos a la segunda semana de diciembre y es la fecha en la que el gobierno federal no puede sacarse de encima la crisis que se generó en septiembre luego del secuestro de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa aún desaparecidos.
De todas, todas; la comunicación del gobierno ha ido perdiendo una a una las “batallas” mediáticas. Por si fuera poco, a este momento se le sumó el asunto de la llamada “Casa Blanca”, tema que tampoco logró ser controlado poniendo en el centro de la polémica a la Primera Dama del país.
Las acciones para remediar la situación han sido no menos que contraproducentes, a cada respuesta de la Presidencia aparece una objeción, en buena medida, consecuencia de una mezcla peligrosísima: la poca capacidad previsora y la falta de información relevante.
La desesperación comienza a asomar en Los Pinos, el “ya supérenlo” es muestra inequívoca de ello; más aún, lejos de asomar al fin de la crisis, el tema es llevado a lugares como la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, sitio que en otras ocasiones había logrado mantenerse en lo estrictamente cultural a pesar del furor político y que en esta edición no lo consiguió así.
Es en ese contexto que Sergio Aguayo advirtió que se vienen cuatro años “difíciles y convulsos” ante una sociedad civil que no es capaz de organizarse u optar por mecanismos de respuesta para actuar frente a un gobierno que no toma en cuenta sus reclamos.
En este escenario no es difícil de prever el debilitamiento (aún mayor) de la figura presidencial, no como resultado del contexto sino como consecuencia de la estrategia ejecutada como respuesta a los hechos de Guerrero que sirvieron como detonante y estandarte para el resto del país.
La decisión de que el mandatario no se desgaste en el tema, escondiéndolo de los reflectores y alejándolo del lugar de origen de la crisis le ha proyectado una imagen de falta de liderazgo (no solo al interior, también en el extranjero) que echó a tierra todo el trabajo de posicionamiento que —ahora se ve— habían sostenido con pinzas.
Las buenas noticias para el gobierno federal es que ya se acerca el fin de año; aparentemente, se avecinan 15 días de tregua en los que la sociedad civil se desentiende de los temas políticos y hace una pausa para disfrutar de las fiestas y convivir en familia.
Serán dos semanas en las que ambas partes deberán estar en el análisis de resultados y la toma de decisiones, unos para continuar con sus estrategias antigubernamentales y los otros con sus campañas promocionales.
En medio se anticipa un convulso proceso electoral en el que los actores no solo deberán comprender el escenario político sino que, además, tendrán que jugar con reglas e instituciones nuevas. Un 2015 que no dará espacio al aburrimiento.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sistema intacto / Columna

De medios y otros demonios

Sistema intacto

J. Israel Martínez Macedo

El presidente Enrique Peña Nieto presentó lo que ha sido llamado mediáticamente "El Decálogo de la Seguridad", un esquema que desde el primer instante se observó incompleto y corto de miras, una respuesta que maquilla la problemática y deja intacto uno de los principales problemas: el sistema judicial.
El análisis mediático se ha centrado en la percepción social de que el problema de la delincuencia es consecuencia solo de la corrupción policíaca, por tanto, es el tema que atiende la propuesta presidencial como una solución a largo plazo y sin objetivos claros, medibles.
Pero en el tema de la impunidad nada hace la propuesta presidencial, en buena medida, porque tendría que apuntar directamente a la podredumbre en que se ha convertido todo el sistema judicial mexicano.
En cualquier parte del país involucrarse en un problema legal se convierte en una pesadilla. Sin que sea la totalidad de los casos, es muy común escuchar que el abogado pide dinero al cliente "para darle" al juez o al secretario del juzgado o a alguien que mueva los hilos a su favor.
El problema no es, además, un asunto exclusivo del ámbito penal, en lo civil son incontables los casos de padres que sobornan a los jueces para que les reduzcan el monto en las pensiones o para que les condonen las atrasadas.
El sistema judicial es un asco y nadie lo cuestiona precisamente por eso: criticarlo o cuestionarlo es casi un sacrilegio que se paga con todo el peso de la manipulación del sistema.
Ejemplos hay muchos, el más visible ocurrió con aquellos abogados que mostraron la punta de de iceberg en el documental "Presunto culpable", acusados, procesados y enjuiciados por el uso de la imagen de aquellos a quienes denunciaron.
En este esquema las universidades están metidas hasta los codos: hoy para ser ministerio público (esa figura ruin que inventa delitos y libera delincuentes) se necesita ser, forzosamente, licenciado en derecho; por tanto, egresado de una institución de educación superior, es decir, una universidad.
Abogados, ministerios públicos, secretarios de juzgado, jueces, magistrados, ministros y todo aquel que forme parte de este sistema pasa, obligatoriamente, por una universidad que avala sus estudios (no necesariamente su preparación) pero que no pone atención en la formación profesional.
El resultado un sistema judicial podrido, inoperante, digno de la Inquisición; que aprisiona y libera al mejor postor, con jueces que obtienen el cargo por ser hijos o sobrinos de alguien, lucrando con la integridad pero sobre todo con la vida de las personas, en el nivel cotidiano, y el destino del país, en el nivel trascendental. Urge un sistema de justicia justo, pero no lo hay porque nadie marcha por eso.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

Archivo del Blog



SI DESEAS RECOMENDAR UNA PÁGINA A TRAVÉS DE UN LINK PARA CONSIDERAR INCLUIRLO EN ALGUNA SECCIÓN, ENVÍA UN MAIL A: j.israel.martinez@gmail.com


"Silencio Forzado" Documental de Article 19 sobre la situación del periodismo en México

Documental El Tunel (Completo)

PRESUNTO CULPABLE (completa)