"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

Gabriel García Márquez

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lunes, 28 de mayo de 2012

Coberturas del #YoSoy132 / Columna

De medios y otros demonios

Coberturas del #YoSoy132

J. Israel Martínez Macedo

Las manifestaciones y marchas en contra y a favor de los candidatos están tomando un camino poco claro. Por un lado es evidente el radicalismo en el que se ha caído mientras que por el otro los militantes de los distintos partidos fomentan estas manifestaciones de odio para ver qué pueden sacar.
El llamado de los estudiantes universitarios es poco claro y comienzan a vislumbrarse divisiones: los de la Ibero (Más de 131) piden no votar por Peña Nieto, los del ITAM (#Yosoy132) se desmarcan y dicen que sólo piden la democratización de los medios.
En cualquier caso, se sumó a una especie de moda en la que hablar y pensar mal del PRI y su candidato se considera bien visto, de personas pensantes y con criterio; y apoyarlo o dar muestra de otorgarle el beneficio de la duda es considerado negativo, estúpido y retrógrada.
La exigencia de medios democratizados también se contaminó de esta “moda” por lo que estos sectores de la sociedad sesgaron su medición de la información bajo esa misma medida: quienes digan algo que suene medianamente positivo sobre Peña son vendidos y todos aquellos que lo ataquen son honestos y plurales.
Tanto hay quienes dejan de informar como quienes exacerban los sucesos incurriendo los primeros en la autocensura por cuestiones mercantiles mientras que los otros caen en el llamado “periodismo militante” donde la información pasa por el filtro de la tendencia del reportero o el medio pero, además, bajo una mascarada de objetividad.
Juan Carlos Pérez Salazar, escribió al respecto en el blog de la BBC Mundo el 13 de marzo de este año (mucho antes de que ocurriera lo que ya vemos en México) “En algunos periodistas jóvenes he observado cómo esa posición se filtra a lo que informan de manera casi inconsciente: con calificativos, ángulos amañados y un discurso en el que de antemano se les declara culpables”.
Explica: “una cosa es romper un compromiso de imparcialidad y otra muy diferente hacer un periodismo deliberadamente militante”.
Después de un muy completo análisis concluye: “Ahora, tras casi 25 años de experiencia y meteduras de pata, creo que es posible hacer un periodismo apasionado (es difícil no apasionarse cuando se cubre algún hecho en el que hay víctimas inocentes) e imaginativo (en el mundo digital es clave ofrecer ángulos y tratamientos distintos), pero imparcial”.
En las coberturas que hemos visto, escuchado y leído sobre lo que ocurre en torno al #YoSoy132 (y sus derivados) ¿estamos informando imparcialmente o estamos haciendo periodismo militante? ¿Se censura por vender o se miente por agradar? Y sobre todo ¿estamos siendo imparciales? Preguntas cruciales para el recientemente vapuleado periodismo mexicano.

Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com

domingo, 27 de mayo de 2012

Leyendo las campañas locales / Columna

De medios y otros demonios

Leyendo las campañas locales

J. Israel Martínez Macedo

Comenzaron las campañas locales en el Estado de México y con ellas una gran discrepancia entre una y otras, no sólo en materia de las propuestas a la población votante, también en calidad y capacidad creativa; que de hacen dudar de la seriedad con que cada partido se toma sus posibilidades.
Los partidos recurren, al menos en el arranque, a campañas que involucran la presencia de sus candidatos en recorridos terrestres, casa por casa, dándose a conocer con los votantes en reuniones con pocas personas para tener un mejor impacto.
Sumado a ello los ya tradicionales espectaculares así como a la pinta de bardas que previamente fueron apartadas para el momento en que la ley permita la difusión de candidatos y que tanta controversia causaron durante las sesiones del IEEM por acusaciones sobre no permitir una competencia justa.
También se encuentran los conocidos artículos promocionales, playeras, llaveros, cilindros para el agua, y cualquier otro que pueda servir para colocar la imagen o el nombre de los candidatos con miras a que los votantes la recuerden en el momento de acudir a las urnas.
En las redes sociales difunden sus propuestas y dejan espacio para que los militantes manifiesten su apoyo pero no logran impactar o darse a conocer en sectores en los que no hay internet, clases bajas en las que el uso de estos medios de comunicación no es tan común.
Aprovechando los tiempos en radio y televisión locales, las propuestas difieren mucho unas de otras. Los priistas apostaron por comerciales para promocionar conjuntamente a alcaldes y diputados locales, quizá por una cuestión de ahorro en su elaboración, los panistas usaron su tiempo en televisión para difundir un anuncio mal producido y peor realizado que no abona en absoluto y que, para rematar, cierra con la frase “mensaje dirigido a la militancia” o sea que los votantes favor de no hacer caso.
Las izquierdas han cedido la totalidad de sus espacios en radio y televisión para la campaña federal, es notable que no aparezca un solo anuncio para llamar al voto de sus candidatos locales por lo que tendrán que depender de su capacidad de diálogo y alcance terrestre.
¿Qué se puede leer de esto? Que el priismo le apuesta a mantener los municipios que y atiene y, de ser posible, ampliar el número de ellos. Que el panismo sigue tratando de averiguar qué pasa y se contentará con competir y quizás ganar en cuatro o cinco localidades mientras que las cúpulas de las izquierdas ya se repartieron las plurinominales así que lo demás es ganancia.

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lunes, 21 de mayo de 2012

El valor de la marcha / Columna

De medios y otros demonios

El valor de la marcha

J. Israel Martínez Macedo

Por una parte da un gusto enorme ver que los estudiantes universitarios estén recuperando ese espíritu exigente y comprometido con las cuestiones sociales del país, que hayan recobrado el deseo de acabar con la injusticia y que exijan que los medios les entreguen información veraz, por la otra, es una tristeza que continúen escuchando sólo lo que quieren escuchar y creyendo sólo lo que quieren creer sin reflexionarlo y discutiéndolo desde la fe y no la razón.
La contienda presidencial tiene un objetivo muy claro: que el día de la elección el candidato que tenga más votos asuma la titularidad del Poder Ejecutivo y gobierne por los próximos seis años, cuando el proceso deberá repetirse.
“El juego” no consiste en sumar los votos de quienes estén a favor y restarles los de quienes estén en contra, se trata de conseguir la mayor cantidad de votos posibles para un candidato y nada más.
Entonces ¿qué representa la marcha anti Peña? En lo cuantitativo parece que no mucho. En lo cualitativo depende no de la marcha en sí sino de lo que le siga.
Cuantitativamente MILENIO y CNN México informaron que según la SSP-DF hubo 46 mil asistentes a la marcha (Televisa dijo 10 mil citando a la misma fuente, para El Universal fueron 22 mil 500 y La Jornada se conformó con el ambiguo “decenas de miles”). Tomando el número más alto, sin contexto, parecen muchos pero… por contextualizar, sólo en el concierto de Paul McCartney en el Zócalo hubo 90 mil personas.
¿Qué peso tienen numérico tienen 46 mil participantes con los 79 millones 454 mil 813 registrados en la lista nominal en posibilidad de votar el 1 de julio? Ya no parecen tantos, pues.
En lo cualitativo es altamente relevante que exista un sector que manifieste su malestar con la situación general del país, que esté encabezado por jóvenes universitarios y que los partidos (más obligados por la ley que por gusto propio) hayan respetado esta iniciativa presuntamente ciudadana.
Pero una brisa no hace un verano y la marcha también debe tomarse con sus reservas. A final de cuentas no estar a favor de Peña no implica estar a favor de las otras tres opciones que, dicho sea de paso, no muestran ser opción de nada distinto entre sí (los cuatro).
El valor de un movimiento así radica en su capacidad de no limitarse a un asunto político-electoral y de que estos mismos jóvenes, ciudadanos e inconformes aprendan sí a cuestionar, sí a exigir resultados pero, sobre todo, a organizarse para ya no depender de quién llega al poder y convertirse, ahí sí, en una ciudadanía responsable, participante, autónoma y, entonces, verdaderamente revolucionaria. Lo demás es sólo jugar otro rol en el juego de siempre.

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lunes, 14 de mayo de 2012

Mal y de malas / Columna

De medios y otros demonios

Mal y de malas

J. Israel Martínez Macedo

El diario Reforma publicó pruebas de lo que todos ya sabíamos: durante la administración de Enrique Peña Nieto el gobierno mexiquense contrató espacios publicitarios para comentarios en informativos nacionales.
Como marcan los cánones se rasgaron las vestiduras y antes del análisis, el escándalo ya había politizado el asunto sin reflexionar lo que esta información y otras más, vinculadas al tema, representan.
Tener las facturas sólo era la mitad del trabajo de investigación. La información descontextualizada no nos permite saber si la acción del gobierno mexiquense es excepción o regla. No sabemos si lo mismo pasa en otros gobiernos o entidades, si el DF, Morelos, Hidalgo, Guerrero, Michoacán o cualquier otra entidad distribuye de esta manera el pago a medios, si gastan lo mismo o más o menos, de ser así ¿qué sería lo noticioso?
Por otra parte nos lleva a cuestionar, evidentemente, la labor de los comentaristas de radio y televisión, no sólo para las menciones políticas sino para las publicitarias en general. Alguna vez pregunté a un locutor si en verdad le gustaba el producto que anunciaba en su programa diciendo que era lo mejor del mundo, su respuesta fue: “no, sabe del asco pero es publicidad”.
¿Qué tan ético es decir que se prefiere un sabor, una marca o un político, por encima de otro, cuando esto no es cierto sólo por estrategia de ventas del medio? Esta situación nos lanza de lleno a los motivos de la información. En estos casos netamente comerciales pero ¿qué hay de aquellos que escudados en la máscara del periodista hacen propaganda? ¿Los que participan y hasta encabezan mítines a favor o en contra de un político y luego se enrollan en la bandera del “buen periodismo” para continuar su ataque disfrazado de “crítica libre”?
Asistir a eventos organizados por el FJR o por Morena para hablar mal de López Obrador o Peña Nieto es, en esencia, lo mismo. Usan su imagen de periodista para golpear a uno u otro. Igualmente condenable.
Ni qué decir de lo ocurrido con los diarios de la OEM. El candidato priista fue vapuleado y repelido en la UIA pero el encabezado en todos los periódicos de Vázquez Raña fue: “Éxito de Peña en la Ibero pese a intento orquestado de boicot”, un intento de manipulación abierto y descarado.
La sociedad ha cambiado, la política parece estar cambiando y ¿los medios? ¿Dónde se quedaron en esta transformación? ¿En el limbo entre lo informativo y lo comercial? ¿Y el periodismo? ¿Si nos aplaude un grupo somos buenos y si nos rechaza somos malos? Y si a eso se le suman las agresiones…

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lunes, 7 de mayo de 2012

Porque hay prioridades / Columna

De medios y otros demonios

Porque hay prioridades

J. Israel Martínez Macedo

En medio del fervor casi religioso de los políticos y sus militancias respecto a la importancia e influencia que el debate pueda tener en el resultado final del proceso electoral presidencial, millones de personas apenas saben que se llevará a cabo éste ejercicio, en tanto que el país se nos cae a pedazos.
En Veracruz quedó claro que no hay más poder que el de la delincuencia organizada, después del asesinato de la reportera Regina Martínez, los fotorreporteros Gabriel Huge, Esteban Rodríguez y Guillermo Luna así como Irasema Becerra (ex empleada de un periódico local) sufrieron las mismas consecuencias.
En Nuevo León la delincuencia organizada dejó, literalmente, colgados de un puente a nueve personas para horror de quienes vieron la imagen, que dicho sea de paso, no sólo llegó a los distintos medios sino que circuló en algunas redes sociales.
Los aumentos a las gasolinas parecen interminables y se reflejan directamente en el bolsillo de la población, basta que suba el precio unos cuantos centavos para que los transportistas exijan un aumento de varios pesos y con ello el precio de todos los productos.
Los salarios valen cada vez menos y la gente tiene que buscar hasta dos o tres trabajos para poder solventar los gastos familiares.
Las grandes televisoras nacionales, en manos de apenas dos personas, deciden mantener esquemas de baja calidad en sus producciones mientras una buen aparte de usuarios se tienen que conformar con esa penosísima oferta de entretenimiento porque el acceso a la televisión de paga se hace cada vez más complicada pese a los esquemas de competencia que surgen.
Los empresarios exigen que el gobierno actúe en pleno uso de sus facultades y detenga la circulación de piratería en prácticamente todo lo que se compra en el país, desde ropa hasta algunos artículos de consumo personal, pero no puede hacerlo porque de otra forma la población no tendría acceso a ello.
Lo importante es que nuestros políticos —de cualquier partido, que en esto todos son iguales— son y seguirán capaces de ignorar la situación del país para centrar su preocupación en quién va a ganar un simple, aburrido y sin sentido “debate” que (y que conste que escribo antes de que ocurra) apuesto que será sólo un “tianguis de ideas” que no llegará a nada… como tantos otros antes que éste.
Queda claro que cada quién tiene sus intereses y prioridades, la gente en lo suyo (comida, seguridad, empleo, paz) y los políticos también (poder, poder, poder, poder), sólo resta esperar que llegue el día en que las de la gente también sean, honestamente, las de los políticos… algún día.

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"Silencio Forzado" Documental de Article 19 sobre la situación del periodismo en México

Documental El Tunel (Completo)

PRESUNTO CULPABLE (completa)