"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

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Gabriel García Márquez

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lunes, 29 de junio de 2009

Internet, el futuro es hoy / Columna

De medios y otros demonios

Internet, el futuro es hoy

J. Israel Martínez Macedo

En el transcurso de la semana pasada la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) hizo públicos los resultados de su estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México en donde destacan dos resultados: una cuarta parte de la población del país ya está en la red y la mitad de los usuarios pertenecen a los niveles socioeconómicos D+ y E (clase baja y lo que le sigue).
Que ¿por qué destacan los resultados? Por los tiempos electorales que se viven. Con una reforma que impide el acceso a los medios electrónicos tradicionales (radio y televisión), internet es ya una realidad para hacer campañas que, además serán muy difíciles de regular.
Según los datos de la Amipci, 58 por ciento de los usuarios están en un rango de edad entre los 20 y 44, y 78 por ciento entre los 20 y los 64, lo que representa 21.5 millones de usuarios de internet en edad de votar.
La campañas por internet son incipientes en México, en esta de 2009 muy pocos se atrevieron a entrar en el mundo virtual para obtener ganancias en el mundo real y en lugares donde la diferencia será mínima las cibercampañas pueden ser la diferencia.
El caso puede presentarse en Metepec, Xavier Maawad y Julio Lujambio hicieron campaña por Facebook, ambos informaban a los usuarios inscritos en esta red social sobre las acciones de campaña, pero la del panista logró involucrar a la gente, principalmente jóvenes, quienes le respondían y dejaban mensajes pidiendo apoyo.
La interacción se convierte en un factor sólido en una campaña porque genera, poco a poco, la identidad con el aspirante, ésta situación en un universo de jóvenes se traduce en compromiso, no sólo del abanderado con el elector, sino también del elector con el aspirante, básicamente ya no se vota por un “candidato” sino por un “amigo” al que se conoció en internet y con quien se mantuvo contacto todo el tiempo.
Las cibercampañas pueden ser el factor no previsto por los analistas para definir la elección en lugares donde la diferencia serán unos cuantos votos, además no se genera el malestar de estar viendo la ciudad llena de los gallardetes en los postes o de contestar el teléfono y escuchar una grabación promocional que más que ganar hacen perder simpatía.
Otra ventaja de quienes entendieron que internet era una gran opción para este proceso es que el IFE o el IEEM no pueden sancionar a los candidatos hacer uso de su red privada para mantener la relación con sus contactos e incluso seguir invitando al voto.
Nada le impide a quienes están en Facebook o Hi5 o Myspace seguir invitando a otros usuarios a que pasen a sus espacios y vean sus propuestas, incluso podrían aprovechar ese capital y solicitarle a los contactos obtenidos que inviten a más gente a participar de esta red, después de todo, son páginas privadas.
Los diseñadores de campañas deberán hacerse de nuevos especialistas que sepan usar los beneficios de la tecnología con un objetivo determinado y que en este caso es generar esa imagen de cercanía con los electores. No se trata de inventar el hilo negro, hay mucha información al respecto sólo es cosa de perderle el miedo a internet, después de todo el crecimiento de usuario en México es sostenido y se mantendrá así. Lo que es un hecho es que para las elecciones a gobernador de 2011 la cibercontienda será crucial.

israel.martinez@milenio.com

lunes, 22 de junio de 2009

Semana de altibajos para el periodismo / Columna

De medios y otros demonios

Semana de altibajos para el periodismo

J. Israel Martínez Macedo

La semana pasada ocurrieron varios hechos que representan una respuesta a la enorme lista de actos de impunidad y ataques indirectos a la libre expresión en México; sin embargo, fue una semana de altibajos en este esfuerzo.
Todo comenzó el lunes con el reingreso a prisión de José Antonio Zorrilla Pérez, uno de los implicados en el asesinato de Manuel Buendía; días antes, decenas de periodistas de todo el país firmaron una carta solicitando al gobierno del Distrito Federal que no ocurriera la liberación pues significaba enviar un mensaje de impunidad en este tipo de delitos.
El reingreso a prisión de Zorrilla Pérez no dejó del todo contentos a los periodistas debido a que se debió a la falta de un requisito administrativo y no a la firme intención del gobierno del DF por evitar actos de impunidad contra medios y reporteros.
Ese mismo día, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que cinco elementos de tropa y un mando superior fueron arrestados por 15 y ocho días, respectivamente, luego de el 5 de junio agredieran a periodistas de Chihuahua que cubrían un accidente automovilístico en el que estaban involucrados los militares.
El mensaje de la Sedena es contundente, en el caso de los elementos de tropa, la sanción fue “por su actuación en el accidente vial en el que resultaron lesionados varios de sus compañeros”, mientras que al mando superior se le arrestó por desatender la orden de “facilitar la labor de los periodistas que día con día llevan a cabo la cobertura de las acciones en las que participa el personal castrense”.
Pero “no todo es miel sobre hojuelas”, el mismo lunes 15 Mauricio Fernández Garza, candidato panista a la alcaldía de San Pedro Garza García, Nuevo León; presentó una denuncia en contra del director de la revista electrónica Reporte Índigo por haber publicado información que lo vincula al narcotráfico; el medio respondió con un desplegado donde pide a la gente escuchar la grabación y formarse su propia opinión.
El miércoles, el Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet) denunció el incremento en los ataques por parte de policías del municipio de Chihuahua, a grado tal que en una sola semana se registraron cinco agresiones.
No conformes, los elementos municipales chihuahuenses, para no variar, borraron las imágenes de los periodistas durante las agresiones, los esposaron y “pasearon” por la ciudad en una patrulla durante hora y media, y después les hicieron pagar una multa de 300 pesos para dejarlos en libertad, no sin antes advertirles el no intentar nada en contra de los agentes.
Cuando todo parecía terminar así, se hizo público que la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó un amparo al periodista José Sacramento Jesús Orozco Herrera, quien fue sentenciado a prisión en Guanajuato acusado (¿será también acosado?) de infringir la Ley de Imprenta local que señala “ataques a la vida privada.
Los ministros determinaron que los derechos de privacidad de los políticos deben ser evaluados de manera diferente a los de los ciudadanos ordinarios, por lo que revocaron la formal prisión y señalaron inconstitucionales los artículos1, 3, 4, 5 y 6 de la citada ley, con lo que se sienta un precedente jurídico respecto al manejo de la información de la vida privada de los funcionarios públicos y los políticos.
México sigue siendo un país en extremo peligroso para el ejercicio de la actividad periodística, pero al parecer existe la esperanza de que algún día, ojalá no muy lejano, la situación cambie, o usted ¿qué opina?

PARÉNTESIS
Esta semana la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano cierra las convocatorias a cursos que se realizarán en Colombia, “Cómo se escribe un periódico” para reporteros con menos de tres años de experiencia, “Editores frente a la convergencia” y uno a realizarse en El Salvador sobre “Los retos del cambio climático”, para mayores informes y registro en www.fnpi.org.

israel.martinez@milenio.com

lunes, 15 de junio de 2009

Así es la chamba / Columna

De medios y otros demonios

Así es la chamba

J. Israel Martínez Macedo

Cuando los estudiantes de comunicación o periodismo se encuentran en la escuela, pocas veces son conscientes de la realidad a la que se van a enfrentar. Su proceso de formación se enfoca en que dominen -o por lo menos conozcan y con suerte distingan- la técnica de redacción de los distintos géneros.
En estado larvario, los futuros reporteros son inconscientes del entramado de intereses al que se van a enfrentar en su vida profesional; sin embargo, este fin de semana hubo material suficiente para ejemplificar claramente el mundo en el que se tendrán que desenvolver si desean trabajar en este país.
Primero, los intereses de la delincuencia. El viernes se hizo público que el asesinato del reportero de MILENIO La Opinión de Torreón, Eliseo Barrón Hernández, fue ordenado por Lucio Fernández “Lucifer”, identificado como líder de los Zetas en la comarca lagunera; ¿el motivo?: intimidar a la prensa.
Segundo, los intereses de los políticos. El sábado, la administradora de You Tube en México informó al diario El Universal que el canal de noticias hospedado en su portal sería bajado de internet a petición del PAN de Nuevo León que alegaba una infracción a sus derechos de autor ¿qué hizo el diario para molestar a los panistas neoleonenses?: demostrar en video el plagio de los albiazules a la campaña de Rodríguez Zapatero en España.
Tercero, los intereses personales y de grupo. El sábado se supo de la detención del responsable del homicidio de un par de estudiantes de la prepa 1 de la UAEM en el cerro del Calvario, en pleno centro de la capital mexiquense; se solicitó la información a la PGJEM pero la dependencia cerró el acceso a la información -según fuentes de la dependencia por órdenes de las encargadas de Comunicación Social- para procurar entregar la información oficial a un diario local en exclusiva.
En el primer y segundo caso son entendibles -que no justificables- las agresiones, los delincuentes deben actuar en la clandestinidad para aprovechar el gran marco de impunidad que priva en el país, mientras que los políticos pugnan por seguir viviendo del dinero que el resto de los ciudadanos pagamos como impuestos -directos e indirectos-, después de todo “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, como diría “El Tlacoache” Garizurieta.
Los ataques a la libertad de expresión son execrables, condenables y deberían ser castigados; lamentablemente, en México esa es una más de la larga lista de utopías que deberían ser pero no son. Delincuencia organizada y partidos políticos (para algunos son lo mismo en distintos niveles) buscan impedir el trabajo periodístico en defensa de sus intereses económicos.
Caso distinto el ejemplo de la PGJEM. En ocasiones las oficinas de prensa se convierten -por amistad o negocio- en corresponsalías de algunos medios de comunicación o reporteros, les entregan la información en exclusiva y, al mismo tiempo, bloquean el trabajo de los demás. Ni hablar del conflicto ético-profesional que esta forma de actuar representa (¿le conviene a la dependencia que paga su sueldo que un solo medio lleve información que impacta de manera positiva a su imagen? ¿Para quién trabajan realmente? ¿Están colocando la amistad por encima de su labor y responsabilidad?), pero es un hecho que ese tipo de acciones bloquean el trabajo de informar.
Los riesgos que implican afectar todos estos intereses son muchos, van desde poner en juego la vida, hasta el bloqueo irrestricto y sistemático de las áreas de prensa para dificultar la labor pasando por exigencias de correr a determinado reportero o bajar espacios de internet -equivalente a cerrar un periódico, un canal o una estación-. A veces los casos se vuelven noticia, se hacen públicos y se reflexionan, pero no se conoce de ellos hasta que se vuelve parte de la vida diaria, después de todo, es parte de la chamba o usted, ¿qué opina?

israel.martinez@milenio.com

lunes, 8 de junio de 2009

Libertad de expresión y tolerancia / Columna

De medios y otros demonios

Libertad de expresión y tolerancia

J. Israel Martínez Macedo

En México cada 7 de junio se conmemora el Día de la Libertad de Expresión (además del día internacional que se celebra el 5 de marzo); comúnmente políticos, gobernantes y -este año en particular- hasta candidatos de diversas corrientes buscan agradar a los reporteros con una máscara de pluralidad, respeto y reconocimiento a nuestra labor, en muchos, muchísimos casos: nada más falso.
El tema es complejo, hablar de libertad de expresión implica tratar un asunto del que todos tenemos una opinión muy particular y básicamente distinta de los demás. Los límites de la libre expresión, sus alcances y los ataques a la misma suelen ser tópico de debates encarnizados por, paradójicamente, intentar imponer la visión personal a la del resto.
No pretendo hablar doctamente sobre sus orígenes, evolución y situación actual -como obligaría un tratamiento, digamos, más académico-; sino hacer una reflexión sobre ese binomio que, entiendo, debería ser inseparable y que; sin embargo, rara vez se considera como tal: libre expresión de las ideas-tolerancia al pensamiento diferente al propio.
Es curioso observar cómo este fin de semana todos los partidos y muchos gobiernos conmemoraron el día, los mismos que pugnan ante los institutos electorales para que se elimine un spot, se baje un video o página de internet, se sancione a un funcionario por hablar o se multe a una empresa por hacer pública la opinión de un grupo de la sociedad que difiere de la de ellos.
¿Ya se nos olvidó que la reforma electoral del año pasado y aplicada en este proceso impide a cualquier ciudadano, grupo e incluso partido, candidato y gobernante expresarse públicamente en los medios electrónicos masivos? ¿Será posible borrar de la historia que esa reforma fue aprobada por los mismos partidos a través de sus diputados y senadores -y dije bien “sus” porque ahí quedó claro que “nuestros” no fueron-?
Parafraseando a un ex presidente mexicano: “la intolerancia al pensamiento ajeno es la guerra”. Lo es porque no comprendemos la necesidad del binomio como unidad. Exigimos, pugnamos y hasta nos enredamos en la bandera de los derechos humanos para lanzarnos por el balcón de la victimización y gritar a los cuatro vientos ¡censura!, pero no dudamos en aplicar ésta cuando la expresión refiere una opinión distinta a la nuestra.
La guerra que la sociedad civil le hace a la sociedad política se manifiesta en una petición para cancelar cada boleta el próximo 5 de julio justificada en la decepción, la falta de resultados, la insultante evidencia de protección a “sus” intereses -como grupos políticos e individuos- y no a los “nuestros” -como pueblo que conforma este país-.
El movimiento ha sido rápidamente descalificado, politizado y hasta ridiculizado pero, en definitiva: no es ilegal. La ley permite anular el voto -sólo faltó que eso también nos lo quitaran con la reforma- porque, precisamente, es una manera de expresar “nuestro” descontento con los gobernantes que previamente fueron candidatos y que no cumplieron; no por eso se debe obligar a todos a aplicar el voto nulo, menos descalificarlos por no querer formar parte de ese movimiento, eso sería caer en la intolerancia a otro tipo de expresión y nos pondría, como ciudadanos, al mismo nivel de “ellos”.
La unidad del binomio libre expresión-tolerancia no es nueva, mucho menos moderna, fue expresada por Voltaire hace ya varias décadas: “Podría no estar de acuerdo con lo que piensas, pero defendería hasta la muerte tu derecho a expresarlo” ¿defenderíamos alguna expresión contraria a nuestro pensamiento? Usted, ¿qué opina?

israel.martinez@milenio.com

lunes, 1 de junio de 2009

¿A quién perjudica el voto nulo? / Columna

De medios y otros demonios

¿A quién perjudica el voto nulo?

J. Israel Martínez Macedo

Normalmente, cuando una persona pide trabajo, se pone a disposición del empleador quien le indica al solicitante lo que quiere que haga y cuanto va a pagarle; si quien requiere el trabajo está dispuesto a hacerlo por ese precio comienza la relación laboral, pero en la política las cosas son al revés.
Es decir, en la política los solicitantes le dicen a los empleadores qué es lo que van a hacer, cómo lo van a hacer y, una vez seleccionados, deciden cuánto van a ganar y qué prestaciones se van a dar. La pregunta es ¿por qué?
Aparentemente, es más fácil para nosotros, como votantes, dejar que sean los políticos quienes hagan sus ofertas y de ahí seleccionar la mejor o, en su caso, la menos mala. Cuando se piensa que se está en este último caso, comienza la búsqueda de opciones y todo apunta a otras dos: no votar o anular el voto cancelando la boleta.
Inicialmente puede parecer una forma de demostrar que estamos en contra de los políticos y lo que están haciendo, una manera de castigarlos y decirles que la sociedad a la que gobiernan no estamos de acuerdo en sus decisiones y que así los estamos sancionando ¿de verdad?
La realidad no es así. A los partidos les da igual si votamos o no, si anulamos nuestro voto o lo dejamos en blanco por una simple y sencilla razón: ellos tienen estructuras listas para salir a sufragar el día de la elección y con esos votos pueden competir y nombrar un ganador (que a final de cuentas es lo que desean).
Anular el voto, dejarlo en blanco o de plano no votar sólo favorece a los partidos con mejores estructuras, con mayor número de militantes o con más compromisos gremiales establecidos durante la campaña; no afecta, perjudica o agravia a sus intereses y ambiciones de poder. Entonces ¿qué podemos hacer? ¿Cómo votar y hacer uso del voto?
La respuesta requiere una somera explicación. Al votar estamos seleccionando un administrador público (para la presidencia municipal) o un representante legal (para las diputaciones local y federal) por tres años les pagaremos con los impuestos que nos cobran indirectamente a través de distintos productos como refrescos o cigarros, o directamente al SAT.
Dicho de otra forma, la próxima elección es una selección de personal a nuestro servicio y por lo tanto somos nosotros quienes debemos decirles qué queremos que hagan cuando sean contratados, pero además con la advertencia de que en caso de no cumplir con las necesidades que les estamos planteando, en tres años no habrá renovación de contrato. ¿Cómo ejecutar esta acción?
Los candidatos no pueden usar publicidad en medios electrónicos y eso los está orillando a ponerse sus zapatos más cómodos y acudir colonia por colonia a pedir el voto ciudadano, ahí es cuando cualquiera de nosotros podemos decirle cuáles son las cosas que queremos que hagan en nuestra representación o que administren para que se lleven a cabo, y también, una buena oportunidad para advertirles que de no cumplir, no contarán con nuestro voto nunca más aunque sean abanderados por cualquier otro partido, dicho de otro modo, o cumplen o no vuelven a ser elegidos para un trabajo similar.
Algunos le llaman a esto voto razonado, yo simplemente lo veo como una urgente necesidad de evitar que algunos vividores continúen abusando del cargo que les hemos dado dando muestras de ineficiencia en el trabajo que se les encomienda: cumplen o se olvidan de su carrera política, así de simple, o usted ¿qué opina?

israel.martinez@milenio.com

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"Silencio Forzado" Documental de Article 19 sobre la situación del periodismo en México

Documental El Tunel (Completo)

PRESUNTO CULPABLE (completa)