De la red a la realidad / Columna

De medios y otros demonios

De la red a la realidad

J. Israel Martínez Macedo

Para los habitantes de la capital mexiquense la incidencia delictiva en la zona centro de la capital ya no es un asunto de mitos o leyendas urbanas; los mismos negocios recomiendan a sus clientes no estacionarse en la vía pública o andar con cuidado por las calles para evitar ser víctimas de la delincuencia.
Hace unas semanas se hizo público un video en el que algunas mujeres denunciaron el secuestro de un autobús en el que fueron golpeadas y violadas junto con otros pasajeros. La Procuraduría de Justicia mexiquense presentó a un grupo de jóvenes como presuntos responsables pero las víctimas aseguraron: no son ellos.
En algunas calles del centro de la capital mexiquense, es posible observar cristales tirados en el suelo en forma ya casi común. Los cristalazos a los vehículos estacionados se han convertido en un asunto de todos los días sin que las autoridades puedan hacer algo.
Quienes sí cumplen con una función informativa son los propios vendedores quienes recomiendan no dejar los vehículos en la vía pública. Prácticamente sobre todo Carranza, en sus cruces con las diversas vialidades en el tramo que comprende Rayón hasta Quintana Roo dejar los vehículos, de día o de noche, es un riesgo muy alto.
Las redes sociales han sido un recurso en el que la población ha incurrido como mecanismo de autoprotección. Se hace cada vez más común ver en Facebook o Twitter avisos de robos en determinadas partes de la ciudad o en los que se pide apoyo para localizar vehículos que “acaban de ser robados”.
Estas redes ya han sido antes utilizadas para denunciar desapariciones de mujeres que, afortunadamente, no tenían que ver con casos delincuenciales sino con problemas familiares que derivaron en la huída de casa y situaciones de este tipo; no obstante, ello ha mermado un poco la credibilidad en estos mecanismos de difusión.
La duda que surge es: si los comerciantes lo saben, si los ciudadanos tienen bien identificados los puntos de riesgo de la ciudad, ¿por qué las autoridades no?
Si se ha vuelto del conocimiento popular que en la zona referida ocurren constantemente esta serie de delitos, ¿por qué no se ha implementado un operativo para dar con los responsables? Si se sabe que en la zona centro de la capital operan grupos de carteristas y asaltantes de parejas o jóvenes ¿por qué no se hace nada para detenerlos?
Las redes sociales pueden llegar a cubrir ese vacío de autoridad que la ineficiencia o la corrupción están dejando para los ciudadanos. Los que puede convertirse en un peligro es qué pasará cuando la gente, enojada por la situación que se vive comience a tomar en mano propia la justicia.
No se trata de un escenario posible sino de una realidad muy cercana. De la red a la realidad solo hay un paso y la gente de Toluca ya no tarda en darlo.

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