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De medios y otros demonios

Jueves negro para el periodismo mexicano

J. Israel Martínez Macedo

Apenas hace ocho días mencionaba la cantidad de reporteros muertos y bajo amenaza en México, el registro que se ha seguido y que arroja diez muertos sólo en este 2008 que está a poco más de un mes de culminar.
El pasado jueves 20 de noviembre, la organización Reporteros Sin Fronteras solicitó a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá que “adopten las medidas humanitarias que necesitan los periodistas obligados al exilio”.
Específicamente, la ONG internacional se refiere al caso del reportero de El Diario de Ascensión, Emilio Gutiérrez Soto, quien se entregara a las autoridades norteamericanas en El Paso, Texas, por pasar la frontera ilegalmente tras recibir una amenaza de muerte, según declaró, de autoridades militares.
La versión dada a conocer por Reporteros Sin Fronteras, Emilio Gutiérrez acudía al funeral de su ex compañero de medio Armando Rodríguez Carreón, asesinado el 13 de noviembre al salir de su domicilio en Ciudad Juárez, Chihuahua. El reporte de la ONG señala que el director del periódico digital La Polaka, Jorge Luis Aguirre, escuchó cómo decían en su teléfono móvil “tú serás el próximo” por lo cual, regresó a su casa por su hijo de 15 años y cruzó la frontera con Estados Unidos.
En estos momentos el reportero mexicano se encuentra detenido en una prisión norteamericana esperando respuesta a su solicitud de asilo. La organización internacional señaló que el jueves 20 de noviembre habría una audiencia en donde se podría definir si el gobierno norteamericano aceptaba o no la petición, pero ésta fue pospuesta hasta marzo de 2009, por lo que la ONG hizo el llamado.
La solicitud se hizo de también a gobierno de Canadá ya que, explica la organización: “En cuanto a Luis Horacio Nájera, corresponsal del diario nacional Reforma, lleva un mes refugiado en Canadá. El director general de Reforma, Alejandro Junco de la Vega, anunció haces unos meses públicamente su decisión de autoexiliarse por cuestiones de seguridad en Estados Unidos.
“En mayo de 2007, Claudio Tiznado, reportero del periódico Géneros, de Hermosillo, solicitó asilo en Tucson (Arizona), pero no prosperó y después de varios meses desistió, regresando al país. Lo mismo ocurrió a Misael Habana, que conducía en el canal privado nacional Televisa el programa ‘Noticiero Al Tanto’ junto con Amado Ramírez, asesinado en Acapulco el 6 de abril de 2007. Misael Habana solicitó asilo a Canadá y al ver que el procedimiento era largo desistió en su intento”.
Reporteros Sin Fronteras asegura que existen, al menos, seis más, de distintos medios, bajo amenaza de muerte en Ciudad Juárez y por si fuera poco revela que desde el año 2000 la ONG contabiliza el asesinato de 44 periodistas, la mitad de ellos cayeron bajo las balas de la delincuencia organizada y el resto aún no se tienen datos claros sobre los motivos de sus muertes.
De igual forma desde 2003 se tiene el registro de ocho reporteros más en calidad de desaparecidos, y dos detenidos, según la ONG, “en circunstancias no claras” Jesús Lemus Barajas, director del diario regional El Tiempo en Michoacán, detenido por presunto “narcotráfico” -tema que investigaba- desde el 7 de mayo, y Roberto Tepepexteco Hipólito, del El Debate de los Calentanos en Guerrero, arrestado y detenido el 6 de septiembre después de cubrir un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y agentes federales.
Las condiciones no son nuevas pero sí preocupantes. El hecho de que sea una ONG internacional con sede en Francia la que solicite a otros gobiernos el asilo de los reporteros mexicanos deja muy mal parado a la administración de Felipe Calderón en materia de seguridad, aunque seguramente y como en otras ocasiones, no existirá un posicionamiento del gobierno federal quien seguramente hará suya aquella frase aureola de la impunidad en México: “ni los veo, ni lo oigo”.

israel.martinez@milenio.com