Ni programa, ni voluntad / Columna

De medios y otros demonios

Ni programa, ni voluntad

J. Israel Martínez Macedo

El mundo se mueve a gran velocidad y a pesar de eso, en ocasiones, los sitios cercanos se desarrollan a un ritmo mucho más lento de lo que se esperaría. El 29 de mayo de este moribundo 2008 la Fundación Uaeméx entregó equipo para producción editorial a la Licenciatura de Comunicación de la Facultad de de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, este jueves terminan las clases en la Universidad y nada se sabe de lo que ocurrió con este equipo.
En aquella ocasión resaltaba en este mismo espacio la posibilidad inigualable de crear un programa editorial estudiantil que permitiera crear publicaciones netamente de este tipo -ausentes hace tiempo ya, por cierto, en la Máxima Casa de Estudios de la entidad-, ediciones de calidad que permitieran a los estudiantes, (no sólo de comunicación sino también de diseño o administración, por ejemplo) ejercer en la práctica una de las áreas en las que podrían desenvolverse en un futuro.
Un semestre concluirá y el desarrollo de un proyecto de tal envergadura se quedará sólo en las buenas intenciones de académicos universitarios que por esos días reconocían a este espacio la necesidad de un programa así que hoy amenaza convertirse en sólo un bonito sueño que se escurrió entre los dedos.
No se necesita gran cosa en realidad: un poco de coordinación entre las instancias de la universidad para su operación; voluntad de crear un proyecto para que los estudiantes puedan salir con un plus llamado experiencia, invaluable en el mundo laboral; compromiso de todas las partes para llevarlo a la práctica y no dejarlo morir y un toque de creatividad para que todo funcione.
Pero lo más importante son sólo dos palabras: voluntad y creatividad, ¿por qué? Un ejemplo: desde el pasado 25 de noviembre y hasta el 10 de diciembre la Red Internacional de la Mujeres de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC RIF) realiza la campaña denominada “16 días contra la violencia de las mujeres”.
La campaña se desarrolla en tres dimensiones: “a) los medios de comunicaciones como instrumento para combatir la violencia contra las mujeres (b) La violencia contra las mujeres mostrada en los medios de comunicación que tiende a ‘normalizar’ esa violencia; (c) la violencia contra las mujeres en el ejercicio de su actividad de comunicadoras en los medios”, todas las radios comunitarias afiliadas a la AMARC en el mundo participan. Sin grandes complicaciones, los archivos para las radiodifusoras se subieron a internet y de ahí se descargan para su transmisión. Sólo voluntad y creatividad.
Si hubiera un poco, muy poco, de esa dualidad en la creación del proyecto estudiantil, seguramente en este momento estaría comentando sobre su prospectiva, pero no es así. La oportunidad se escurre entre los dedos, aún hay tiempo de rescatarla pero ¿hay voluntad y creatividad? La respuesta hasta el momento es negativa.
En este momento se sabe que el equipo está resguardado en es el espacio que en otro tiempo albergó el taller de serigrafía, ¿quién lo usa, quién lo administra y qué fines se le están dando? Es una incógnita que ni maestros ni alumnos pudieron resolver simplemente porque lo desconocen, el riesgo es que esas computadoras, entregadas para el desarrollo de los alumnos, terminen en algún cubículo para “darles un uso”.

israel.martinez@milenio.com