Cuando la justicia nos alcance
J. Israel Martínez Macedo
Mientras políticos y cortesanos se alistan para otra simulación de eficiencia y cumplimiento con el fin de atraer votos y hacerse del poder sólo por el poder; cientos, miles de mexicanos en todo el país comienzan a hacerse una misma pregunta: ¿hasta cuándo?
En esta semana ocurrió el homicidio de la activista Marisela Escobedo, justo en las puertas del palacio de gobierno de Chihuahua, en el colmo del absurdo aberrante y cada vez más cotidiano, el asesino logró escapar impune y sin que alguien (llámese policía estatal o municipal encargada de la vigilancia del recinto) opusiera resistencia.
No hay detenidos, sólo un retrato hablado y un video que registró fielmente el momento cuando la mujer fue perseguida y asesinada, mientras el delincuente huye en un vehículo blanco.
Sin querer, la escena describe una triste y cruel realidad nacional que los gobernantes niegan por cuestiones políticas: la mujer corre a palacio de gobierno (símbolo de la autoridad) para refugiarse de un ataque de la delincuencia; ante las puertas cerradas no recibe, nunca, el auxilio que necesita; la mujer muere en la impunidad mientras el asesino tiene tiempo de subirse tranquilamente a un auto y desaparecer en el anonimato.
Hace un mes, Don Alejo Garza dio muestra de que un hombre valiente puede hacer frente a un puñado de cobardes. Sabedor de que no hay autoridad confiable que tuviera los tamaños para defenderlo (defendernos) tomo en sus manos el papel que debería ser del Estado y protegió su propiedad y el patrimonio de su familia. Pagó un alto precio: le costó la vida pero no lo vencieron.
En Toluca, la desaparición y muerte de Karla Rueda, estudiante de Comunicación en la UAEM, generó al malestar social que se reflejó en las redes sociales, se exigió justicia y seguridad. La procuraduría estatal respondió y con la prontitud de 20 días presentó a Alejandro Sánchez Varela como responsable del crimen. Muchos lo dudan y otros apenas lo creen.
La histórica ineficacia de las autoridades ministeriales traducida en una constante y creciente impunidad en los distintos delitos se refleja en la falta de credibilidad por parte de la sociedad.
Cuando la justicia nos alcance como país, quizá ya sea demasiado tarde.
Los políticos luchan y pelean pero no para terminar con este flagelo que reditúa ganancias millonarias a la industria armamentista de Estados Unidos ¡no!, batallan por que la gente crea que no pasa nada, que se va ganando, que en el respectivo estado las cosas no están tan mal como en otros, todo por no perder seguidores para las elecciones futuras. ¡Son un asco!
La respuesta no se hará esperar, se acercan las elecciones y el fantasma del voto blanco/nulo ronda peligrosamente (y que conste que lo estoy diciendo desde ahora). Podrán ser autoridades legales pero ya no legítimas, no así, no ahora, no sin escuchar, no sin responder.
PARÉNTESIS
Como todo buen cambio de año las fechas se prestan para el análisis de lo ocurrido en el que concluye y lo que se espera en el que empieza, eso haremos en materia de medios y comunicación en las próximas semanas, lo obvio se nos anticipa, los resultados son preocupantes.
@Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar, responderé a la brevedad posible.
J. Israel Martínez Macedo