De medios y otros demonios
Televisa VS Proceso: ¿Por Peña?
J. Israel Martínez Macedo
La semana pasada Televisa presentó, como nota principal en el noticiero de Joaquín López-Dóriga, una filtración respecto a las declaraciones de Sergio Villarreal Barragán “El Grande” de que el semanario Proceso y el reportero Ricardo Ravelo habrían recibido dinero del narcotráfico; de ahí se desató una andanada de comentarios a favor y en contra de ambas partes que bien vale la pena desmenuzar.
La noticia en el especio principal de la televisora llamó la atención no sólo por lo abierto de las acusaciones contra el semanario y el reportero, sino porque Televisa se había mantenido al margen de informar sobre este tipo de temas, es decir, porque no era su política publicar las acusaciones de los delincuentes.
Comenzaron los cuestionamientos y la andanada de ataques y defensas a ambos bandos, desde quienes apelaron a la trayectoria de ambos medios hasta los que dijeron que es un mecanismo totalmente válido.
En esa serie de dimes y dirétes apareció Andrés Manuel López Obrador que, en defensa del semanario, aprovechó para tratar de sacar tajada y acusar, sin más fundamento aparente que el “sospechosismo” (Santiago Creel dixit), que Televisa ataca a Proceso por defender a su proyecto político a
La publicación no hizo caso a la acusación y lanzó un número contra la televisora y su relación con el gobierno de Felipe Calderón, al que terminan culpando de iniciar lo que consideran un ataque del poder al medio.
Los elementos de sospecha se multiplican cuando el secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional declara que las acusaciones contra Ricardo Ravelo serán investigadas pero no así aquellas que el propio reportero denunció en Proceso respecto a la presunta relación entre “El Grande” y Felipe Calderón; vamos que al presidente no se le investiga y al reportero sí, aunque el informante sea el mismo.
Es necesario retomar un elemento que podría apoyar la hipótesis del tabasqueño: no es el primer ataque que Televisa lanza contra un medio impreso en este año, recordemos que a principios de septiembre igualmente llamó la atención una “nota” de la televisora en contra del Grupo Reforma.
En ese entonces se habló de problemas entre directivos pero al parecer los detonantes fueron: la insistencia de los reporteros de este grupo en solicitar los gastos en publicidad (sobre todo el contrato con Televisa) por parte de la administración Peña Nieto y una nota firmada por Arturo Espinosa en la que se hizo público que la producción del Quinto Informe de Gobierno estatal quedó, totalmente, en manos de la televisora.
Más allá de cómo se desarrolle y desenlace este conflicto (del que definitivamente habrá que estar pendientes), una lección nos debe quedar: urge que los periodistas hagamos periodismo. Publicar declaraciones sin confirmar es lo más sencillo pues así se termina culpando al declarante si algo sale mal, pero no es lo que deberíamos estar haciendo. Investigar no sólo es conseguir la declaración complicada, sino confirmar que eso que nos dijeron sea, a lo menos, veraz.
La posibilidad de que Televisa esté cuidando su inversión con miras a 2012 es grande pero no hay elementos que la sustenten más allá de las coincidencias. ¿Qué mueve los intereses de la televisora? ¿Un apoyo al Presidente a quien han abandonado para otras campañas o al más claro presidenciable que le debe a la empresa ese despunte espectacular en materia de imagen? Voy por lo segundo.
@Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo