A un año / Editorial MILENIO Estado de México

Editorial

A un año


Una de las dudas más comunes de los estudiantes interesados en el periodismo es: cómo nace un periódico. Los maestros en las universidades y escuelas de comunicación y periodismo se las ingenian para ilustrar al alumno en lo que al tema refiere, y se les llena de términos como criterio editorial, maquetas, imagen, cabezal, etcétera, y se le indica que se requiere de un “ejército” de reporteros, fotógrafos, editores, diseñadores, vendedores de publicidad, repartidores, administración, etcétera.
En ningún momento se les menciona lo más importante: decisión y carácter.
Hace un año -más que un “ejército”- un “comando” decidió continuar su lucha por el derecho de decir las cosas como las ve, como las encuentra. De investigar temas para sacarlos del oscurantismo en el que se les detecta presentando argumentos y pruebas. Decidió que después de probar las mieles de la libre expresión, era indispensable mantenerse en esa tesitura.
Con tres reporteros, dos fotógrafos, tres diseñadores, tres editores, una coordinadora de información y un director, MILENIO Estado de México vio la luz con un solo objetivo: decir, sin tapujos, las cosas como son; cumplir con nuestro lema: “periodismo con carácter”.
No fue fácil, los rumores de pasillo nos daban no más de un mes -al cabo del mes nos dieron sólo dos más-, pero al paso del tiempo esas vocecillas se fueron silenciando una a una con hechos, con resultados, con trabajo.
El ejercicio de nuestra profesión nos ha llevado a lugares insospechados: nos ha enfrentado con realidades que jamás creímos que pudieran existir en esta entidad; nos ha colocado, igualmente, frente a funcionarios involucrados con su labor que con aquellos que sólo buscan el interés personal y de algunos allegados; incluso, nos ha puesto en el ojo del huracán, tras lo que aprendimos que ante cualquier circunstancia no hay mejor asidero que la lealtad a los principios que, a final de cuentas, nos han hecho lo que somos.
En este año no han sido pocos los comentarios ufanos que han buscado lacerar la unión de grupo, no han faltado los ataques y las traiciones. A pesar de todo ello, la fidelidad a nuestra fe en un nuevo periodismo nos ha mantenido firmes, sin cejar en el compromiso que adquirimos con los lectores a partir del 16 de marzo de 2006.
MILENIO Estado de México nació como un diario que sabe que en una democracia emergente, como la nuestra, el gobierno -en cada uno de sus niveles, áreas y dependencias- se debe a la gente -directa o indirectamente-, y por tanto está obligado a permitir que se informe abiertamente lo que ocurre con pruebas tangibles.
Es absolutamente impensable, en pleno siglo XXI, que un gobierno sea omnisciente, y omnisapiente de lo que ocurre en su territorio. Es ahí donde los medios cumplen su función para con las autoridades: se tiene la obligación de hacerles saber qué hay más allá de los escritorios y los reportes que en ellos descansan. Se cumple así con la función social del periodismo: acercar a los gobernados con los gobernantes y observar la respuesta de éstos últimos para informarle a los primeros.
En este año hemos sido testigos de abusos de autoridad, de elecciones locales, de Atenco; hemos llamado por su nombre a los feminicidios, narcotráfico, narcomenudeo, ejecuciones y balaceras; pero también hemos dado cuenta de encuentros, de acuerdos, de negociaciones y de trabajo.
MILENIO Estado de México celebra su primer aniversario reafirmando su compromiso con nuestros lectores (ante todo), con el periodismo y con la veracidad, que no es más que la verdad periodística a la que nos debemos.
Hoy observamos el esfuerzo que el gobierno, en todos sus niveles, está haciendo para tratar de comprender los medios modernos y todo lo que implica el concepto “Nuevo Periodismo Latinoamericano”. Hoy defendemos nuestro derecho (y el de todos y cada uno de los ciudadanos de este mundo mundial) a expresarnos libremente. Hoy somos conscientes de que nos debemos a nuestros lectores, a quienes damos nuestras gracias… totales.