Sí se pudo / Columna

De medios y otros demonios

Sí se pudo

J. Israel Martínez Macedo

La llamada Ley Televisa terminó su andar en la sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en una decisión que no debió dar mucho gusto a las televisoras nacionales.
El argumento de los magistrados fue contundente y sin ambigüedades: la Ley de Radio y Televisión, aprobada al fast track hace un año, simplemente es inconstitucional.
La corte fue precisa al señalar que el hecho de que las concesiones se otorgaran por subasta pública como mecanismo de selección, así como el plazo fijo de vigencia por 20 años sólo benefician las prácticas monopólicas y dejan sin oportunidad a aquellos que no cuenten conlos recursos multimillonarios para participar en las pujas.
La llamada Ley Televisa iba en contra, nada más y nada menos, según los ministros de la Suprema Corte, de los artículos 6 y 7 constitucionales, que garantizan el acceso de equitativo a los medios de comunicación, la libertad de expresión y el acceso a la información.
Pero la determinación de los ministros de la Suprema Corte no paró ahí, luego de un breve receso, se dispuso la discusión sobre la prestación de otros servicios por parte de quienes otorgan el de telecomunicaciones, la decisión fue unánime: inconstitucionalidad. Los motivos: favorecen el monopolio e impide la igualdad y equidad de participación en este tipo de negocios en perjuicio de quienes no cuentan con una concesión.
Ahora, las aguas vuelven al cauce, diputados federales y senadores deberán volver a formular propuestas para una nueva Ley de Radio y Televisión que garantice que considere los postulados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para respetar la igualdad, equidad y evite las prácticas monópolicas.
El tiempo es suficiente para retomar los trabajos que se habían ignorado con la aprobación relámpago de la Ley Televisa, será hasta el periodo Septiembre-Diciembre cuando los senadores y diputados puedan presentar nuevas propuestas a discusión.
Por lo pronto sólo resta esperar que a futuro la decisión de la corte no sea sólo aplazar los interéses de las televisoras.
La decisión de la corte llega en el momento justo cuando la libertad de expresión está por ser conmemorada. Y qué mejor forma de celebrar que con el reconocimietno de ese derecho por parte de la SCJN.

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