Un iceberg llamado Tenería / Columna

De medios y otros demonios

Un iceberg llamado Tenería

J. Israel Martínez Macedo

En los días recientes se registró la exigencia de los estudiantes de la Normal de Tenería para acceder a una plaza como maestro en cualquier institución educativa del gobierno; libres de toda competencia, examen o alguna otra exigencia que signifique demostrar que tienen el conocimiento y la capacidad suficiente para estar ante un grupo de niños y además poder darles una buena educación.
Es entendible la molestia de los estudiantes: ingresaron a una institución que les garantizaba tener trabajo al terminar sus estudios y ahora resulta que siempre no, que tienen que entrarle a la competencia como cualquier otro egresado de cualquier otra institución. Sin embargo, eso no justifica la serie de barbaridades que han venido cometiendo para exigir cumplimiento a aquello que les habían ofrecido.
Pero el asunto desata un problema de fondo mucho mayor, lo que vimos con los estudiantes de Tenería es sólo la punta de un iceberg enorme que implica varios niveles del sector educativo.
Por una parte, licenciados en educación de diversas universidades como la Pedagógica Nacional o la propia UAEM compitieron por una plaza en la administración pública y obtuvieron mejores calificaciones que los egresados de las normales del Estado de México, con lo cual, teóricamente, serían acreedores a una plaza. Sin embargo, no fue así.
Resultó ser que una vez que se publicaron los resultados de los exámenes, quienes alcanzaron la calificación aprobatoria deben esperar ahora a que haya una plaza, es decir, el tradicional y no muy transparente: “deje sus papeles, nosotros nos comunicamos con usted”. Todo apunta a que el motivo es el mismo de siempre, los puestos fueron otorgados al hijo del primo de un amigo que trabaja en la Secretaría de Educación. Lástima, era una buena idea.
Pero no conforme con eso, el examen dejó en evidencia el bajo nivel académico-formativo de las normales del Estado de México, de ella están egresando profesores que no son capaces de controlar a un grupo de 20 o 30 niños, lo que de por sí no es sencillo, y además darles un conocimiento que, incluso, ellos mismos desconocen; por si fuera poco una buena parte de los profesores de primaria y secundaria está más preocupado por cumplir un programa calendarizado, llegar temprano y no salir tarde y esperar que al final del año ningún padre de familia se ponga pesado porque su niño no sabe nada.
Esa es la realidad de la educación en el sistema público estatal. Por supuesto que existen las honrosas excepciones, pero lamentablemente sólo son eso: excepciones.
En resumen: promesas falsas, extraños manejos con los resultados de las evaluaciones de ingreso al sector laboral, deficiente preparación de los futuros profesores en el sistema normalista mexiquense; explican por qué el malestar de quienes no ven una posibilidad real de acceder al espacio laboral.
Por supuesto que encontrarle explicación al malestar no justifica los actos de vandalismo en que los estudiantes de Tenería han incurrido en los últimos días, ni mucho menos que intenten presionar a las autoridades a través de secuestrar las vías públicas, golpeando y robando a los representantes de los medios y mostrando que son el modelo de maestro que nadie quiere para sus hijos.

DESDE INTERNET
En el ciberespacio http://jisraelmartinez.blogspot.com uno de los lectores nos deja el siguiente comentario: “Una imagen más, aunque en este caso es una noticia celebrada dentro y fuera de Uni Radio: la salida de su director”.
Es cierto, se dijo en el Se Comenta de esta casa editorial que José Luis Cardona dejaba sus labores en la Máxima Casa de Estudios de la entidad para pasar a formar parte de la estructura gubernamental estatal.
Hasta este momento no se tienen definido si se nombrará como director a alguien que ya trabaje en la estación o si se traerá alguna persona ajena a la misma para realizar la labor, lo que queda claro es que se trata de una oportunidad inmejorable para recuperar el público que la estación dejó ir en su nacimiento a través de una reestructuración programática que, siendo una radio pública, seguramente se daría algún tiempo después del nombramiento buscando “guardar las formas”.

israel.martinez@milenio.com