De medios y otros demonios
Gritos de alianza y libertad
J. Israel Martínez Macedo
La bomba detonó el domingo del informe. El gobernador giró instrucciones a sus secuaces para ir con todo en contra de la alianza entre PAN, PRD, PT y Convergencia en el Estado de México y los ex priistas, hoy pevemistas de ocasión, abanderaron la ofensiva a la voz de “mexiquenses al grito de guerra”.
En el colmo del absurdo argumentan que no van contra las alianzas sino sólo contra la unificación de las ideologías que son contrarias porque es incongruente.
¡Oh vamos! La historia está llena de esos casos o ¿qué no eran Roosevelt, Churchil y Stalin los de la foto cuando EU, Gran Bretaña y
Los “tricoverdes” presentaron una iniciativa para reformar el artículo 75 del Código Electoral que busca que la madre de todas las alianzas no se consume.
El mensaje de Peña fue un craso error. Terminó por envalentonar a los timoratos panistas y perredistas que tenían sus resquemores respecto a unirse en la entidad contra el triple eje (PRI, PANAL y PVEM) y sintieron en él un tono de miedo a la consumación de su unión. Se dieron valor.
El PRI/gobierno respondió que no hay nada qué temer. ¿En serio?
La apuesta de los tricolores era a una contienda contra dos o tres, con algo de suerte cuatro, candidatos y un nivel de abstencionismo de entre 50 y 60 por ciento (cuando menos), así la definición quedaría en manos de las estructuras, las bases, los incondicionales, los que votan a pesar de los políticos y donde el tricolor tiene una ventaja más que evidente.
Pero ¡sorpresa! Resulta que la alianza camina y se concreta, que los polos opuestos se atraen y no sólo eso, se empiezan a agarrar un cariño inédito. Se han dado cuenta de que unidos, todos, pueden no sólo emparejar al triple eje sino hasta vencerlo.
Error doloroso error. La presidencia está en juego. ¿Qué priista apoyaría a un gobernador que pierda la joya de la corona en manos de una turba de izquierdosos y derechosos que se unieron nada más para demostrar que podían vencerlo? ¿Quién en sus cabales le perdonaría tamaña derrota?
Los tricolores se creyeron tanto que la sola imagen de Peña les alcanzaría para ganar la elección, y que por tanto sólo el gobernador designaría al sucesor, que ningún candidateable se ocupó en posicionarse; resultado: no hay un solo cuadro claro, todos sienten que pueden, y habrá heridos (¿quizás resentidos?).
Más aún: ¿el priismo se mantendrá unido con tantos elementos en juego? ¿Qué hará la gente de Manlio en la entidad? ¿Apoyará a Peña para ganar el estado y catapultarlo a
Por si faltaran complicaciones, se suma el pleito callejero entre Televisa y Reforma. Aparentemente inocuo para los fines presidenciales del PRI, podría convertirse en un problema de envergadura mayor si es que en el jaloneo de greñas aparecen los contratos que muestran el gasto efectivo del gobierno estatal y sus compromisos reales, los contratados con la televisora.
La sangre priista del PVEM dio el primer paso de lo que muy seguramente será una batalla legal que terminará en manos de los ministros de
Estimados pasajeros: amarren sus cinturones, ajusten sus asientos y ¿por qué no?, preparen sus palomitas… La sucesión del Edomex ya empezó.
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo