De medios y otros demonios
Lamentable: TDT por decreto
J. Israel Martínez Macedo
A la voz de “¡decretazo!” Felipe Calderón, en su calidad de presidente de México, dijo que comienza en el país el proceso de transición para la televisión digital terrestre (conocida en los bajos mundos como TDT), anuncio que no sólo sirvió para olvidarnos de cualquier otra cosa que pudiera haber dicho en el desangelado cuarto informe; sino que también para el “sospechosismo” (op. cit. Santiago Creel) tradicional sobre la intención de uso político con miras a 2011 y 2012.
Triste, muy triste fue ver que un proceso que debería involucrar a varios sectores interesados en la búsqueda de un mejor proceso de digitalización de la telera mexicana termina llevándose a cabo por decreto.
Otros países realizaron su transición con un ejemplar ejercicio, ya no digamos democrático (esa frase hecha ya está muy choteada), sino plural. Se discutió en foros y cámaras de representantes qué sistema conviene más (el gringo, el japonés, el europeo o algún otro), sus ventajas y desventajas, además de un plan bien estructurado en etapas para que se realice como Dios manda.
Pero no, siendo un asunto que puede politizarse se politizó. A través de un decretazo que se pretende una transición que concluirá hasta 2015; seguramente a las carreras, sin presupuesto, obviamente con cuentas largas y quejándonos por haber entrado demasiado tarde y con un sistema que nos desconectó del resto de América latina o de EU (según se haya escogido).
Claro que habrá bonitos comerciales televisivos y radiofónicos, como esos que le hicieron a Peña Nieto que no dicen nada pero dejan ver mucho, en los que el gobierno en turno se ensalce por haber llevado a México a la era digital sin dejar claro cómo fue que se hicieron las licitaciones y todas esas tradiciones a las que, cuesta decirlo, nos hemos acostumbrado.
Es más: difícilmente habrá mejoras en los contenidos. Simplemente véase lo que ocurre actualmente en canales como el Once o Mexiquense, que lejos de innovar están cayendo en copiar a Televisa y TV Azteca sus pobres propuestas de contenidos, que dicho sea de paso son “adaptaciones” (es que ya había escrito copia) de producciones sudamericanas, particularmente colombianas y venezolanas (o el lamentable caso de los aztecos que, de plano, se trajeron el bodrio peruano “Laura de América”).
En fin que
PARÉNTESIS
¡Ah! Por cierto, ayer fue el Día del Gober y hasta hicieron un informe. Estuvo monón, con patrullas y todo; lástima que las condiciones de inseguridad que vive el país (y en las que el estado no pudo evitar caer) impidieron que sus fans -como en otros años- pudieran decirle adiós a Peña Nieto aunque fuera de lejos, ni modo: tan cerca de la candidatura y tan lejos de la gente. Por cierto, si alguien tenía dudas de que no se necesita saber leer para ser diputado ahí está el posicionamiento del PT en voz de Carlos Sánchez. De pena ajena.
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo