La foto del PAN / Columna

De medios y otros demonios

La foto del PAN

J. Israel Martínez Macedo

Este domingo el Partido Acción Nacional (PAN) decidirá quién será su representante en las urnas para la contienda presidencial del 1 de julio, los militantes del blanquiazul deberán demostrar la fuerza que se supone tienen pero, además, se verán reflejados en la fotografía de una elección interna que mostrará la verdadera cara de este instituto político.
Por muchos años la militancia panista mantenía su fe en un estilo propio de hacer política, quizás como justificación ante la derrota o como una forma de publicidad basada en una imagen de pulcritud y decencia, los miembros de este partido se jactaban de que, al menos, ellos no incurrían en corruptelas como ocurría en el PRI o el PRD.
Pero tal parece que los tiempos cambian y que aquel discurso de puritanismo panista es cosa del pasado. Las denuncias y grabaciones que muestran presuntos actos de coacción del voto en Sonora y Puebla indican que el camino está trazado y el destino sellado.
El panismo sucumbió ante los nuevos tiempos y las viejas formas. Es víctima de sí mismo y su incapacidad de cambiar un sistema anquilosado y enquistado en el México que, decían y prometían, ya no sería nunca más. Fueron vencidos por los “usos y costumbres” de la política mexicana y como resultado obtienen un partido idéntico al que combatieron desde el origen de su existencia.
Orgullosos de su historia, los panistas recurrían a las imágenes del pasado para sostener sus luchas del presente. Basaban sus argumentos de partido en ideales de lealtad, responsabilidad, compromiso y compañerismo que se esfuman en el surgimiento de un nuevo PAN sediento de poder y hambriento de un hueso que les permita mantener sus negocios personales bajo el cobijo del aparato estatal en cualquiera de sus niveles.
Los referentes a Manuel Gómez Morín y Manuel Clouthier “Maquío” como los rostros que personificaban sus más altas ambiciones se perdieron en el pragmatismo del poder amparado en la imagen de un Vicente Fox exhibido por propia voz y de un Felipe Calderón que perdió la brújula derivado de dos fatales jugadas del destino.
Este domingo el panismo definirá el rumbo para la contienda en la que enfrentará a un sólido PRI y a una izquierda que da muestras de haber evolucionado y en pleno desarrollo con base en un cambio de discurso que parece funcionarle; pero no sólo eso.
Llevarán a cabo su proceso y ahí se verán reflejados en su realidad y actualidad. Será también una imagen fotográfica y sin retoque de aquello en lo que se han convertido, de lo que quisieron ser y no son… de lo que pudieron ser y no supieron cómo.
Después del domingo habrán caído los argumentos, las respuestas y los discursos. El PAN se verá a sí mismo sin tapujos. Claro, como ocurre con la foto de la credencial del IFE, seguramente no les gustará lo que vean y posiblemente hasta la negarán, pero no hay de otra: les guste o no, así son.

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