De medios y otros demonios
Entre funcionarios y criminales
J. Israel Martínez Macedo
Durante el Informe de Actividades del presidente de
Si bien es cierto que la delincuencia organizada es uno de los principales agresores de la prensa en México, también es cierto que los funcionarios públicos -sobre todo los locales y regionales más que los nacionales o estatales- son de los dolores de cabeza más comunes que se deben enfrentar en este país.
Article 19 y Cencos contabilizaron 224 casos de ataques e intimidación a periodistas y trabajadores de los medios durante 2009, de estos 11 fueron asesinados y uno más se mantiene bajo el estatus de desaparecido.
Las organizaciones civiles detallaron que más de 65 por ciento de los ataques contra la libertad de prensa vinieron de autoridades o personas vinculadas con partidos políticos, como comparativo seis por ciento de los casos tuvieron como responsables a la grupos delincuenciales y se menciona al Ejército mexicano en 26 de los casos.
Contrario a lo que dice Felipe Calderón, los hechos muestran que son los servidores públicos quienes encabezan la lista de agresiones a la prensa; sin embargo, las más escandalosas son las del crimen organizado, quienes hacen uso de la violencia como un mecanismo de advertencia a través de la generación del temor.
La prueba fue el secuestro de dos periodistas de MILENIO Televisión los primeros días de marzo en Tamaulipas. El enojo de los agresores fue el irles a “calentar la plaza” lo que se traduce como que ellos tienen el control del lugar y el tener la presencia de la prensa les puede generar problemas.
En Yucatán, la delegada de Sedesol, Inés Antonia Canul Uc agredió al reportero del canal 13 local, René Gómez Dzib, luego de que éste la cuestionara sobre la evidencia del uso del programa “Oportunidades” con tintes electoreros.
Independientemente de dónde lleguen los ataques a la prensa, es un hecho innegable que México tiene tres años consecutivos de ser considerado el país más mortal de todo el Continente Americano para los periodistas, y ha peleado el primer lugar mundial a países como Irak, Pakistán o Afganistán, en donde está de más decir que se vive una guerra.
Es cierto que lo que ocurre a los periodistas es sólo la “punta del iceberg” de lo que vive el resto de los mexicanos: impunidad, amenazas, extorsiones y secuestros no son exclusivos de los periodistas, ello sólo revela una verdad más dolorosa: la autoridad no sólo no puede, sino es coparticipe de la situación que se vive diariamente en el país, lo quieran reconocer o no.
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo