De medios y otros demonios
Periodistas censurando fotógrafos
J. Israel Martínez Macedo
La semana pasada destacó el lamentable acto de censura que
En una evidente crítica a la afamada forma de ser de los oriundos de la capital mexiquense.
Si un acto de censura es condenable por sí mismo, el que lo lleve a cabo una organización de periodistas es penoso. Más aún cuando el personal de
Después del incidente dos versiones corrieron, la ya mencionada solicitud de “quitar” la foto de la exposición y otra en la que no se pidió el retiro sino que la pusieran “al fondo”, en un rincón. Una u otra implican la censura al trabajo fotográfico.
La situación da pie a cuestionar no sólo la labor de las organizaciones de este tipo sino también de los “periodistas” en sí. Anteriormente ser reportero era un derecho que se ganaba en las redacciones, no todo aquel que salía a la calle a buscar información para publicarla se ganaba el derecho a ese nombre.
Los aprendices de reportero debían enfrentar las críticas y regaños, no sólo de sus jefes de redacción e información, también de quienes tenían más tiempo en el oficio y la respuesta siempre fue en beneficio del periodismo.
Actualmente las cosas ya no funcionan así. Decenas de estudiantes de las universidades y escuelas de comunicación y periodismo son lanzados al ruedo sin experiencia pero con la enorme soberbia de haber concluido una carrera, lo que ha terminado por afectar a la profesión.
Ser reportero era un logro, no tenía nada qué ver con salir a la calle y escribir al respecto sino con el hacerlo bien. No se era reportero hasta que los pares reconocían que el trabajo ya tenía cierto nivel y lo mismo ocurría con el poder llamarse “periodista”, era un asunto de calidad y no, como hoy, de simplemente trabajar para un medio.
El esquema le daba al reportero un compromiso con la veracidad, la entrega al trabajo, el deseo de mejorar y el respeto a su trabajo: se hacía periodismo. Todo ello se ha perdido. Hoy parece haber más preocupación por no incomodar a los funcionarios o las instituciones, por salir temprano, por que se les reconozca; que por trabajar con calidad y entrega.
El lamentable hecho es un capítulo negro no sólo para
Por cuestión de espacio la imagen no pudo incluirse en el impreso, pero invito al lector a pasar al blog. Con permiso de la autora, la foto quedará ahí como evidencia de lo penoso del incidente.
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo