¿A quién le importa su pacto? / Columna

De medios y otros demonios

¿A quién le importa su pacto?

J. Israel Martínez Macedo

La semana pasada se reveló la existencia de un pacto entre PAN y PRI, básicamente, para evitar las alianzas con el PRD en la contienda electoral de 2011 por la gubernatura del estado y son muchas las dudas que aún quedan por responder.

En primer lugar revela cómo se manejan las cosas de política y partidos en esta entidad. En el pacto ninguna de las dos dirigencias estatales del tricolor y del albiazul figuran, ni siquiera como testigo de honor o invitados de compromiso ¿figuras de papel?

El acuerdo fue en el más alto nivel. Presidencia y gubernatura observando que los dirigentes nacionales de sus respectivos partidos firmaran un documento que, extrañamente, sólo involucraba al Estado de México.

Extraña que fuera el gobernador mexiquense quien reconociera la existencia del documento. Quizá pensando que así afectaría al PAN demostrando la forma en que incumplen los acuerdos y sin calcular que al hacerlo se pondría en evidencia que negoció hacer uso de su influencia en San Lázaro para aprobar el aumento a los impuestos a cambio de un “seguro” electorero.

Pero además ¿para qué intentar una negociación en ese sentido? Es decir: el PRI arrasó en la contienda electoral de 2009 y que esa inercia se mantendrá hasta 2011 cuando, sea quien sea el elegido, mantendrá la gubernatura para los tricolores.

El mensaje enviado desde Lerdo 300 con la firma del pacto es que esa confianza se desvanece, que una alianza de panistas y perredistas es temida. También vuelve más complejo el escenario pues deberán ser sabios más que ambiciosos para obtener un candidato que los represente a ambos y que los pueda mantener unidos hasta el final.

En los círculos políticos y mediáticos se armó el escándalo en grande, se han rasgado las vestiduras a más no poder al extremo de decir que se colapsa el sistema de partidos y el país mismo con este tipo de “actos atroces”. ¡Patrañas!

En el mundo real, lejos de las cenas a costa del erario y cochupos millonarios; la preocupación es otra. Al ciudadano de a pie ni siquiera le causó extrañeza el asunto del pacto “todos son iguales”, “políticos corruptos”, “es lo de siempre” son la generalidad de los comentarios.

La gente está más preocupada por sobrellevar la crisis económica, sobrevivir otro día en las cada vez más violentas calles y ocuparse de pagar los cada vez más altos impuestos para mantener una robusta burocracia que arroja resultados pocos o nulos.

El escándalo mediático sólo impactó en los círculos políticos pero sólo porque tratan de mantener esa imagen de que la política es útil a la sociedad cuando la sociedad sabe que la política sólo es útil a los políticos y que los políticos son una carga para la sociedad. Ese es el problema del escándalo, por lo demás habrá alianza, habrá elección y la política seguirá siendo lo que es, o mejor dicho, lo que han hecho de ella.

israel.martinez@milenio.com