De medios y otros demonios
En la sala de espera
J. Israel Martínez Macedo
La configuración política de los últimos días generó un fervor inusitado por las candidaturas. En el PRI, el líder del partido tuvo que realizar una reunión con la cúpula para dejarles en claro que “el que se mueve no sale en la foto” (dixit Fidel Velázquez) mientras que en la conformación aliancista aún no hay una definición formal de la misma y los apuntados ya están en plena precampaña.
En el PRI el ruido de una posible división generó la llamada de Ricardo Aguilar para poner orden en la casa y “echar las barbas a remojar”. La reunión convocada el lunes fue un ejemplo de que el priismo no quiere dejar cabos sueltos con miras a 2012 pues el escenario es evidente: tres candidatos propuestos por tres alianzas.
El escenario ideal para el PRI era contar con un candidato por partido, porque de esa manera se logra segmentar el voto y la definición la darían las estructuras, punto en el que el tricolor tiene una enorme ventaja sobre sus adversarios.
Al no lograrlo el escenario se complica porque una alianza general, una especie de “Todos contra el PRI” inclina la balanza a favor de la oposición, pero la terquedad de Andrés Manuel de querer mostrar el “músculo” de la izquierda sólo termina por debilitar dicha unión.
A final de cuentas AMLO y su grupo tienen sus propios intereses y entre ellos no se encuentra el ganar la gubernatura. Pero ese empecinamiento comienza a cobrar factura y la gente que rodea al tabasqueño flaquea al darse cuenta de que la posibilidad de triunfo es real si se trabaja todos coordinados, por lo que El Peje recurre a sus últimos radicalismos.
En el PAN-PRD todo camina hacia la confirmación de la alianza con la consulta que se llevará a cabo en estos días y con la cual lograrán legitimar la decisión que tanto escozor ha causado en las militancias de ambos partidos.
El que la alianza sea, prácticamente un hecho, ha presionado los disparadores de los suspirantes que desean aprovechar el momento de coyuntura para hacerse de la candidatura.
Ulises Ramírez y Ramón Ojeda Mestre, entre otros; no sólo manifiestan su aspiración abiertamente sino que además ya utilizan organizaciones alternas para su promoción con el objetivo de evitar el asunto de las precampañas.
La oposición debe ser muy cuidadosa con sus movimientos, el desgaste de la ciudadanía les perjudica a ellos pues el PRI cuenta con una estructura sólida que le garantiza un mínimo de votación que aventaja, por mucho, al de la alianza.
El momento político es de control, los aspirantes deberán ser muy cautelosos en tanto no estén definidas las candidaturas definitivas. La ceremonia del 2 de marzo será muy esperada por todos ansiando alguna pista que indique el camino a seguir, aunque es poco probable un anuncio de este tipo, aún entrelíneas.
@Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo