De medios y otros demonios
¡Toritooooo!
J. Israel Martínez Macedo
La campaña del PAN es muy simple y hasta burda: estamos enojados y ya. No hay un candidato, no hay un partido no hay nadie que pueda hacer algo. Simplemente se muestra el enojo de un sector de la población que, si bien es mayoría, no pasa de ahí. Bravo Mena se ve como un tipo que llevará estas demandas a quien gobierne pero no se proyecta él como gobernante. Sí, ¡ya es justo! Pero ni modo, ¿qué le vamos a hacer?
La imagen del PRI es simplemente terrorífica, de espanto. Esta campaña es ejemplar porque enseña que tener una idea no implica saber llevarla a cabo. El perfil del candidato obviaba la propuesta: un hombre del pueblo que salió adelante y puede llegar a ser gobernador, el “sueño mexicano”.
En potencia vemos a un Juárez mexiquense que no empezó de pastorcito pero sí de vidriero, un diamante en bruto para una campaña en México. En los hechos, cuando vemos los comerciales de Eruviel en televisión, tenemos a “Pepe El Toro” demostrando que sabe cortar y colocar vidrios, nada más; nunca a un futuro gobernador, menos un actual líder.
Parece que el cargo que está en juego es el de vidriero y no el de mandatario. No vemos a un hombre que sepa gobernar sino a un tipo que sabe poner vidrios. No hay oferta, no hay propuesta, no hay discurso, no se muestra capacidad en la toma de decisiones, nada que convenza para votar por él.
En contraparte Encinas, con un mísero gasto en campaña (los promotores se quejan de que piden posters y se los dan a cuentagotas y ni qué decir de las playeras), va posicionándose, él sí, como un líder que tiene idea de lo que son los principales problemas del estado y que puede solucionarlos.
Además y por si fuera poco, el tipo no será “carita” pero es carismático, de sólo verlo agrada, cae bien; esa imagen de Santa Claus bonachón y risueño de la que tanto se ha hecho escarnio le retribuye de esa forma y cuando se muestra serio, aporta la sobriedad que requiere el cargo. Ahí sí nos muestran a un líder.
Si el PAN no corrige se hundirá… aún más. Si el PRI no corrige, posiblemente no pierda pero se meterá “entre las patas de los renos”, aunque: ¿alguien recuerda a un hombre llamado Rubén Mendoza y qué pasó con su campaña? Si el PRD no se equivoca podría darle un buen susto a los tricolores pero aún más, conseguiría su objetivo con creces: reposicionar a la izquierda en la entidad.
No suena descabellado que con un margen de la tercera parte, o más, del electorado mexiquense sumado al voto duro del DF y otros estados en 2012, el PRI (Peña Nieto) quede al alcance del PRD (AMLO) y todo porque en una campaña no supieron qué hacer con el candidato: o corrigen o lo pagan, no el 3 de julio, digamos: “con crédito a un año y altos intereses moratorios”.
Twitter: Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com
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J. Israel Martínez Macedo