De medios y otros demonios
¿Será posible?
J. Israel Martínez Macedo
El anuncio se hizo el jueves por la noche y la contienda electoral se volvió a poner interesante. Luego de que parece que Alejandro Encinas se estancó en su crecimiento ante una posible falta de presupuesto y de que Eruviel Ávila sigue sin presentarse como quien podría ser el próximo gobernador, Luis Felipe Bravo Mena advirtió de un giro en su campaña y comenzó el estrés.
A un mes de que se lleve a cabo la jornada en la que se elegirá gobernador del Estado de México para el periodo 2011-2017 el panismo advierte que realizará un cambio en la forma en que llevan la campañas y aunque la presentación oficial de la nueva estrategia se hará este domingo, los equipos de los otros dos contendientes buscan, por cualquier modo, enterarse con anticipación de lo que podría venir.
Es un hecho que, con lo corto de la contienda y la ventaja que según las encuestas se manifiesta, se vuelve muy complicado que el juego pueda cambiar de destino; sin embargo, también es cierto que con la mala campaña que está haciendo el PRI, se le abre la puerta a esta posibilidad.
En concreto, lo que el equipo de Bravo Mena y Alejandro Encinas necesita no es un incremento sostenido y consistente de su popularidad, eso sería si tuvieran más días de campaña. En realidad requieren de un “boom”, algo que los coloque por unos días en lo más alto de la vox populi y que ese impulso llegue a su cenit alrededor del 3 de julio, nada más.
Además, para buena de suerte de panistas e “izquierdistas”, el candidato del PRI ha cometido errores en su campaña como aquel asunto de proponer lo que ya existe o está negociado; darle juego a las declaraciones de los contrincantes sobre distintos temas —colocándolos así al mismo nivel—; no renovando su discurso en los puntos en los que se presenta —los reporteros de la fuente ya pueden hasta recitarlo de memoria pues, afirman, es prácticamente el mismo en todos lados— pero, sobre todo, no ha sabido recomponer el camino luego de la propuesta de la alianza rival que leyó perfectamente lo que su equipo presentaría y lo contrarrestó desde el comienzo.
Los panistas buscan recomponer el camino. Entendieron que su actual estrategia no los va a llevar a ningún lado y deben considerar distintos factores que inicialmente no tomaron en cuenta pero específicamente uno: el candidato deberá luchar por contrarrestar el malestar que genera la imagen de un Presidente emergido de su partido.
Una medición certera de los tiempos, más una campaña que comprenda que la imagen presidencial le afecta, más los errores del equipo del representante priista, más un empujón —de esos que no hay— desde Los Pinos, podría darle un interesante levantón al panismo y meterlo de nuevo en el juego. Aunque se ve muy complicado, no es imposible.
Tirarle a ganar parece un sueño guajiro pero en 2005 y 2006 vimos a candidatos que parecían ganadores al comenzar la campaña (Mendoza y López, respectivamente) y perdieron por la suma de errores propios y aciertos de los hoy gobernantes. Es poco probable, pero no imposible.
PARÉNTESIS
Hago acuse de recibida la felicitación del Lic. Alejandro Ozuna Rivero y el mensaje del diputado Ernesto Nemer Álvarez. Agradezco a cada uno la distinción.
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J. Israel Martínez Macedo