Posdebate en las redes / Columna

De medios y otros demonios

Posdebate en las redes

J. Israel Martínez Macedo

El miércoles fue el debate entre candidatos y se aprovechó la ocasión para comparar su imagen, expresión corporal, uso de lenguaje, discurso y todo lo que se pudo ocurrir. Desafortunadamente el bajo nivel de debate y la ausencia de propuestas fue tal que se trasladó al terreno de las redes sociales.

Previo al debate, los usuarios ya tenían detectadas algunas estrategias diseñadas por los sesudos directores de campaña, lo hicieron saber y manifestaron su malestar.

En Twitter, por ejemplo, apareció el hashtag #LosHuevosDeEruviel para referirse a los bots creados para apoyar, promocionar y defender al candidato de la alianza “Unidos por Ti” pero de los que no se tuvo el cuidado de ponerles alguna imagen por lo que todos fueron identificados, seguían con el “huevo” que la red designa como imagen “default” para sus nuevos usuarios.

No tuvieron el cuidado de otros creados, también por priistas, durante el proceso de preselección y que, aunque era evidente su fin y objetivo, por lo menos tuvieron el acierto de poner imágenes incluso atractivas y sugestivas que invitaban a seguir, si se quiere ver así, por el puro morbo.

Como sea, después del debate las redes sociales se volcaron en comentarios respecto al mismo. Los “sorprendente” es que lejos de comentar la ausencia de propuestas, la actitud, la validez de las respuestas o la agilidad de su participación las redes se volcaron en dos sentidos: la defensa irrestricta y promoción por parte de militantes y afines a cada uno de los tres seguidores; y la burla de su apariencia o comentarios similares.

En la primera parte era de esperarse que independientemente de los resultados del debate los priistas dirían que Eruviel ganó, los panistas que el ganador fue Bravo Mena y los perredistas que Encinas es “Dios Padre” y que arrasó con la contienda.

Lo que destacó es que el resto de los usuarios que estuvieron atentos al debate no gastaron muchos twits en argumentar qué les pareció el espectáculo o si alguna propuesta les interesó o algún candidato no estuvo al nivel.

El posdebate en las redes se centró en #LasChapitasDeEruviel en #LosPapelitosDeEncinas y por supuesto #QuiénEstáEntreEruvielyEncinas y todas sus variantes y declinaciones.

Literalmente parecía una contienda para encontrar quién hacía el mejor chiste, la mejor broma y quién ridiculizaba mejor al político que más gordo le cayera.

El nivel del posdebate no fue mucho mejor al del debate en sí, en todo caso, fue reflejo de la carencia de oferta, de la vacuidad de mensajes y del escaso interés de proponer por parte de los candidatos.

Sí: Eruviel se vio acartonado y estaba maquillado cual “Pimpon”. Sí: Encinas parecía “Beto el Boticario” sacando papeles hasta por debajo de la manga. Sí: Bravo Mena se vio como sacerdote regañón. Lo lamentable es que no hubo propuestas, no hubo nivel, se desgastaron en dimes y dirétes, en descalificar al otro y decir “Hey, yo soy mejor que los demás”. Es, en resumen, el alcance de nuestra “democracia”.

Twitter: @Mega_J_Israel_M

israel.martinez@milenio.com