De medios y otros demonios
Relanzamiento a secas
J. Israel Martínez Macedo
De entrada el discurso sí es distinto, se volvió más agresivo y debía serlo, el PAN necesita involucrar a sus rivales lo más pronto posible para que sean ellos quienes logren meterlo en el campo de batalla.
El primer rival a vencer para el panismo es Alejandro Encinas, no porque sea de “ideología” adversa (esto no es una contienda de ideologías sino una búsqueda de poder) se trata, en todo caso, de que es el rival más cercano, el que tiene a mano, y al que se dirigirán las baterías.
Inmediatamente se notó una transformación, no sólo en el desarrollo de las actividades sino en la actitud de los panistas. Evidentemente no todos están de acuerdo con que Bravo Mena sea el abanderado y pese a todo se resisten a apoyar, aunque acuden a los eventos, se alejan de los reflectores y hasta dan muestras de su enojo e inconformidad.
También el candidato se ve diferente. Ahora sí se le nota confiado, seguro, atento a las necesidades de la gente, deseoso de ganar. El discurso adquiere el tono que debió tener desde el primer día de campaña; arrancó en tercer lugar, no podría ser de otra manera.
En cuanto al mensaje parece que no habrá golpe de timón, que seguirán con el eslogan aquel de “¡Ya es justo!” aunque el sentido, al parecer será otro, buscarán darle un enfoque más proactivo, es decir, positivo, ya no sólo como una queja sino como una idea de un futuro mejor.
El problema sigue siendo el tiempo, no parece que pueda alcanzarles para remontar pero sí para posicionarse como segundo lugar en la entidad y comenzar los trabajos (sí, a partir del 4 de julio) para preparar la elección de 2012, no sólo la nacional, sino la estatal de alcaldes y diputados.
Luego del relanzamiento de campaña los priistas se quedan un poco más tranquilos pero no dejan de observar a los albiazules, hay errores sin corregir en la propuesta priista que no está siendo la aplanadora que el mundo político esperaba. Se cuestiona si los de Atlacomulco dejaron el bote a la deriva aunque sin bajarse de él.
El caso es que la campaña priista sigue sin cuajar. La detención de Jorge Hank en Tijuana no afecta directamente a las aspiraciones tricolores pero no deja de ser una advertencia, un mensaje ni tan cifrado, ni tan difícil de comprender.
Los perredistas no dan muestra de reacción, como si nada hubiera pasado. La preocupación por el dinero para la campaña los distrajo unos días de la contienda pero cuidado, el mensaje dominical de Bravo Mena les pega en su punto débil, a saber: la relación de subordinación de Encinas hacia AMLO.
Habrá que observar qué ocurre con esta propuesta y qué puede modificar. Por lo pronto llega justo cuando el crecimiento natural de los aspirantes se había estancado y veremos los resultados en los próximos días cómo se comportan las encuestas.
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J. Israel Martínez Macedo