"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas"

Gabriel García Márquez

Twitter

lunes, 4 de julio de 2011

Caímos en la trampa / Columna

De medios y otros demonios


Caímos en la trampa


J. Israel Martínez Macedo


Descansa en paz Ángel.


Ayer no fue un día más en el Estado de México. Fue el día en el que la sociedad mexiquense fue vencida de nuevo; no por un partido, no por un grupo, no por una “élite”: fuimos derrotados por nosotros mismos.

En este proceso electoral se desataron las pasiones. Alimentados por el hambre de un poder ajeno, que falsamente creímos nuestro, empezamos a agredirnos unos a otros ¿los insultos?: panistas, perredistas, priistas, prianistas, pejistas, abstencionistas, nulistas; y de ahí el salto a: retrogradas, vendidos, crédulos… idiotas, imbéciles, pendejos y así.

Cedimos a la tentación de la descalificación. Nos dejamos llevar por la retórica de la democracia. Le dimos una importancia que no merece un juego tan vil y barato que su única ganancia es dinero y poder. Caímos en la tentación de sentir que la política moderna es importante para algo en nuestras vidas.

Todavía unas horas antes de que se llevara a cabo la jornada electoral todos querían/queríamos “jalar agua a nuestro molino”… ¿“nuestro molino”? ¿Acaso alguno de nosotros estaba postulado a la gubernatura?

Sin embargo, nos apasionamos. Compramos el juego de ser quienes no somos. Algunos por creer que así defienden un ideal que tristemente se vuelve la última esperanza de un país mejor y que, lamentablemente, demasiado tarde descubrimos como un espejismo más, uno de tantos, otro del montón. Otros por la convicción de que es la mejor manera de salir adelante. Aquellos por una tradición que no entienden pero que glorifican sin cuestionar sólo por no conocer otra cosa con qué compararla.

Como sea, esta elección sacó lo más bajo, ruin, vil y despreciable de todos. Descalificaciones al por mayor, agresiones verbales, insultos fáciles y sin sentido por el único y simple pecado de ser de otra bandera, de otro color, de otro credo, de otra fe, de otra ideología, de otra manera de pensar, de otra forma de vivir.

Demostramos, una vez más, que es tan fácil manipularnos que terminamos odiando a un partido u otro; que los vencidos continuarán su rencor en el signo del fraude (argumento que de tan recurrente se ha vuelto fútil); que los vencedores se regodearán en la burla del pésimo ganador y que nada cambiará porque, después de todo nada hicimos diferente.

Nos llenamos de odio. Odiamos al vencedor por ganar sin merecerlo, con trampas y argucias. Nos odiamos a nosotros mismos por no poder vencer. Odiamos a quienes nos rodean por no hacer nada para cambiar las cosas a como nosotros nos gustarían que fueran.

Y no se trata de que todos pensemos igual, por el contrario, se trata de que aprendamos que todos tenemos derecho a pensar diferente, y ese “todos” incluye a los demás, a los que les negamos ese derecho que, por supuesto, exigimos para nosotros.

Venció el discurso del odio y perdimos todos, no por el partido que haya ganado en la elección, sino por la sociedad que, tristemente, dejamos de ser en el camino.


Twitter: Mega_J_Israel_M

israel.martinez@milenio.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por comentar, responderé a la brevedad posible.

J. Israel Martínez Macedo

Archivo del Blog



SI DESEAS RECOMENDAR UNA PÁGINA A TRAVÉS DE UN LINK PARA CONSIDERAR INCLUIRLO EN ALGUNA SECCIÓN, ENVÍA UN MAIL A: j.israel.martinez@gmail.com


"Silencio Forzado" Documental de Article 19 sobre la situación del periodismo en México

Documental El Tunel (Completo)

PRESUNTO CULPABLE (completa)