De medios y otros demonios
¿Abstenerse o anular?
J. Israel Martínez Macedo
Estamos a un solo día de que se lleve a cabo la jornada en que los mexiquenses elegiremos al sucesor de Enrique Peña Nieto y, con él, el destino del estado por los próximos seis meses.
Se espera un alto nivel de abstencionismo y es que entre la población que no tiene qué ver con algún partido o posible beneficiario de la victoria de uno u otro candidato, la percepción es que ya todo está definido y, por lo tanto, no tiene caso participar.
El desinterés político que se generó fue tal, que tampoco se notó la existencia de alguna agrupación que incentivara el no participar o incluso el llamado al voto blanco que en 2009 causó gran revuelo: poco pareció importar el proceso que lleva a cabo en la entidad.
Sin embargo, circuló un mensaje atribuido a una organización llamada “Campaña calidad para mi país provoto-nulo” que promueve evitar la abstención y acudir a las casillas a anular el voto, su argumento es el siguiente:
“DIFERENCIA ENTRE ABSTENCIÓN Y ANULACIÓN DEL VOTO
“Abstención es avalar; es decirles que estás conforme con quien resulte ganador, que no te importa quién gane.
“Pero ANULAR ES PRESIONAR PIDIENDO UN CAMBIO. ¿POR QUÉ?
“20 % DE LOS VOTOS NULOS HACEN NULA
“20 % DE LAS CASILLAS NULAS HACEN NULO EL DISTRITO.
“20 % DE LOS DISTRITOS NULOS HACEN NULA
“Fórmula para obtener y/o conservar el registro ante el IFE y por lo tanto mucho dinero: VOTOS RECIBIDOS POR ESE PARTIDO/VOTOS EN LAS URNAS (LOS VOTOS EN LAS URNAS SON TODOS LOS VOTOS EJERCIDOS + VOTOS NULOS).
“El 2% es el mínimo necesario para obtener y/o conservar el registro ante el IFE. Por lo tanto, si aumentamos el universo de votos contenidos en la urna, el porcentaje a favor de ese partido disminuirá. Por lo que si no estamos de acuerdo con ninguna de las propuestas o candidatos, una opción que tenemos para deshacernos de esos vivales y que sus partidos pierdan el registro, es que en lugar de abstenernos, anulemos el voto. Si consideramos que se estima un 70% de abstencionismo, cambiemos la historia y en lugar de 70% de no ir a votar, seamos 70% de votos nulos.
“El voto nulo no elige a nadie, pero cuenta y cuenta mucho porque baja el porcentaje de participación económica de cada partido ante el IFE.
“Así que en esta elección si tú no querías ir a la casilla a votar, por flojera o cualquier otra razón, piensa ¿qué será mejor? Decirles: “Estoy conforme con quien resulte el ganador y no me importa quién sea.” O que les digas: “¡No! Ninguno de los que me pones me gusta o ninguno me satisface, y te voy a bajar el sueldo o a quitar el registro”.
Verdad o mentira es un hecho que el malestar/desinterés se verá reflejado en las urnas y los partidos están más ocupados en obtener el poder que en mejorar la cultura política.
Twitter: @Mega_J_Israel_M
israel.martinez@milenio.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar, responderé a la brevedad posible.
J. Israel Martínez Macedo