De medios y otros demonios
El juego de los nombres
J. Israel Martínez Macedo
A partir de esta semana y hasta que se haga el anuncio oficial, cualquier cantidad de nombres de funcionarios, políticos, priistas, pvemistas, panalistas, líderes sociales, similares y conexos de todas partes del estado estarán ocupando una u otra, u otra, u otra Secretaría del gobierno mexiquense.
La incertidumbre se ha adueñado del ambiente político, quienes tienen más experiencia en el juego saben que las cartas están sobre la mesa y los distintos grupos recibirán sus respectivos espacios para mantener, en la medida de lo posible, la unidad que los llevó al triunfo.
De entrada es un hecho que se alcanzó un acuerdo que dejó, si no conformes, sí tranquilos, en primera instancia, a los priistas de toda la entidad: 70 por ciento de las posiciones para los del Valle de Toluca, el resto para los del Valle de México.
Algunos nombramientos ya se dan por hechos pero son los menos, por ejemplo: cruzando información, se habla de que el diputado Héctor Velasco está más que seguro en Desarrollo Agropecuario mientras que el legislador priista del Partido Verde, Miguel Sámano tiene su lugar en Medio Ambiente.
Después vienen los que van a repetir, si no en el cargo, sí en el gabinete. Entre estos nombres suenan: Fernando Maldonado (quien sería el único en sobrevivir tres administraciones consecutivas), Carolina Monroy, Martha Hilda González y Raúl Murrieta.
De ahí arrancan las especulaciones. Se escuchan en los pasillos los nombres de dos alcaldesas: Ana Lilia Herrera Anzaldo y Azucena Olivares, la primera para Desarrollo Social (puesto en el que ya tiene experiencia) y la segunda en Desarrollo Metropolitano.
Dentro de los nombres que suenan con fuerza se encuentra el de Enrique Jacob y Manuel Cadena, aunque ambos son acomodados en distintas Secretarías dependiendo de la fuente de referencia, incluso a Cadena se le coloca el Desarrollo Metropolitano, disputando la plaza con Azucena Olivares.
La del Transporte es de las más peleadas para el siguiente periodo. No es ilógico, los transportistas se encuentran en ebullición y saben que el conflicto se puede resolver colocando a una de sus huestes. Por obvias razones Axell García está descartado pero suena fuertemente el nombre de un líder del transporte con un fuerte vínculo fraterno a la dirigencia del priismo mexiquense.
La joya de la corona en esta ocasión es la General de Gobierno y el escenario es complejo: por un lado Peña Nieto no puede ni debe soltar esa posición en sus aspiraciones—no declaradas ni negadas— a 2012, por lo tanto existe la probabilidad de que Luis Miranda continúe, ha sido eficiente y sobre todo leal.
El segundo escenario es para que Eruviel asuma un control de su gobierno y entonces coloque a algún personaje de toda su confianza pero se estima poco probable. El tercero es que haya una renovación pero siempre de alguien afín al gobernador saliente. Difícil situación.
Salud, Educación, Turismo, Comunicaciones, Agua y Obra Pública, Desarrollo Urbano, Desarrollo Económico y Contraloría son moneda de cambio para cumplir compromisos contraídos y nada más.
Por antecedente, la PGJEM queda intacta, por lo menos los primeros meses de gobierno.
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J. Israel Martínez Macedo